El tráfico en el Corredor del Nalón recupera la normalidad. Las restricciones a la circulación que se venían tomando desde finales de enero en la zona Blimea con motivo de las obras de emergencia para evitar el desplome de la carretera se terminaron ayer por la mañana. Los operarios retiraron durante la madrugada los conos y señales que desviaban la circulación, y que limitaban la velocidad a 40 kilómetros por hora. Los trabajos para asentar la principal vía de comunicación de la comarca están ya en su recta final.
En total ya han transcurrido más de tres meses desde el inicio de las obras. La escollera colocada para contener el río Nalón y soportar la base de la plataforma del Corredor tiene una altura de seis metros, una longitud de 180 metros -más de los previstos al inicio de la actuación de emergencia- y un volumen de 6.800 metros cúbicos. Sobre ella se han ido depositando materiales de relleno, con el objetivo de afianzar la plataforma de la carretera. Las máquinas, de hecho, ya están trabajando a la altura del Corredor del Nalón.
Durante estos meses, los vehículos pasaron por dos estrechos carriles delimitados con conos. También se prohibió temporalmente el adelantamiento en la recta del polígono de San Mamés. En enero, el desplome del Corredor del Nalón amenazaba con dejar prácticamente incomunicados a unos 16.000 vecinos de Laviana, Caso y Sobrescobio. Entonces, por un gran argayo, la carretera que pasa por el centro de las distintas localidades también estaba cortada entre Barredos y Blimea.
