- En el pasado ejercicio estrenaron la Fundación Obra Social Montepío. ¿Cómo ha ido el primer año de actividad?
-Estos seis primeros meses, para ser el arranque, han estado muy bien. Con la memoria de actividad en la mano se ha hecho un buen trabajo. Hemos puesto en marcha varias políticas sociales a través de la Fundación y han obtenido buenos resultados. Se han repartido más de 200.000 euros en ayudas y se han beneficiado más de 2.000 personas. La Fundación también tiene un fin importante, como es mantener nuestros valores y recuperar nuestras raíces históricas, y ahí se enmarcan las iniciativas para que la Brigada de Salvamento Minero sea reconocida con el premio "Princesa" a la Concordia. También el calendario y de "Mina y Mujer" y la exposición han tenido mucho éxito.
- La mutualidad tiene unos 10.000 afiliados aún, pero caen poco a poco. ¿Cómo se puede recuperar?
-Hemos iniciado tibiamente esta recuperación. Tomamos decisiones para abrir la mutualidad para con el tiempo modificar la masa social de la entidad. A medida que la gente que está en el Régimen Especial de la Minería, bien el minero o bien la viuda, van desapareciendo, lo que va creciendo es el peso de los familiares. Ahora mismo la cuota de familiares ha subido y tenemos 1.400, algo más de un 10 por ciento. Anualmente, entre fallecimientos y otras bajas perdemos unas 700 personas al año. Pero parte las vamos recuperando. Y luego hay que contar que cada cosa tiene su tiempo. Plantear campañas de afiliación cuando el Montepío estaba pasando por momentos difíciles lo puedes acometer, pero la respuesta no iba a ser la esperada. Ahora estamos en otro escenario, ahora es el momento de recuperar mutualistas.
- El cierre de la minería del carbón, ¿es también el principio del fin del Montepío?
-Todo lo contrario. Pero tenemos que hacer un Montepío atractivo para los familiares de mineros. Hacer una oferta de servicios tentadora y ahí van todas la mejoras y modernizaciones que estamos haciendo en las empresas para mejorar las experiencias y los espacios. Además, hay otras líneas financieras. Los planes de pensiones pierden atractivo para la gente joven y hay que buscar otros productos y otras líneas.
