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Otro argayo amenaza el Corredor del Aller en la zona que estuvo cortada cuatro años

Conductores y vecinos alertan de los desprendimientos de la carretera al río en Caborana, en un talud que ya costó 600.000 euros afianzar

La zona en la que se producen los desprendimientos, en el mismo punto de Caborana que hace cuatro años.

Si hay una carretera con "gafe" en las Cuencas, es la del Corredor del Aller. Solo la construcción del último tramo, Corigos-Cabañaquinta, supuso ocho años de obras y un sobrecoste de 1,5 millones. En Caborana, el temporal de lluvias del año 2010 se llevó parte de un talud. Tras cuatro años con un carril cerrado, y una obra de un millón de euros que terminó en 2013, la zona está otra vez en riesgo: conductores y vecinos alertan sobre desprendimientos en esa misma ladera. Un problema nuevo, sin que haya comenzado la obra del "argayón" en Campera.

El Corredor del Aller se ejecutó en tres tramos: Ujo-Caborana, Caborana-Corigos y Corigos-Cabañaquinta. Este último fue el más costoso por su situación: la carretera discurre junto a las vías del tren y el río. Se vieron obligados a modificar el proyecto inicial en varias ocasiones, con los consiguientes retrasos en la ejecución y sobrecostes para las arcas regionales. La carretera terminó convertida en un conjunto de estructuras: algo más de cinco kilómetros con nueve puentes y un falso túnel de más de un kilómetro de longitud.

La carretera aún no había llegado a Cabañaquinta cuando empezaron los problemas. El cierre del carril del Corredor del Aller en Caborana, tras el temporal de lluvias de 2010, supuso graves problemas para los vecinos y los negocios de la zona. De hecho, los gestores de la cafetería de la gasolinera de la localidad abandonaron el negocio. La tramitación para la obra fue larga y terminó con una primera fase, presupuestada por el Gobierno del Principado en algo más de 600.000 euros.

La obra

Esos primeros trabajos consistieron en la estabilización, limpieza y reposición del carril. Pero hubo más. Tras una exitosa mediación del exalcalde allerano, David Moreno, el proyecto mejoró con una rotonda de acceso a la citada gasolinera y al área deportiva. Cerca de 300.000 euros para eliminar el cruce que había en el trazado, un "punto negro" para el tráfico en el concejo. En total, casi un millón de euros.

Poco duró la alegría en esta carretera. Los argayos en el Corredor del Aller son casi una constante, aunque ninguno había tenido la envergadura de Caborana. Hasta el mes de enero del año pasado. Fue entonces cuando otro temporal de lluvias causó un gran desprendimiento en Campera. Ha obligado a cerrar un carril y se ha acondicionado un paso alternativo, pero las obras definitivas aún no han empezado. Está previsto que comiencen en marzo.

"Esperamos que no descuiden esta problemática zona de Caborana, porque cada día parece desprenderse más la carretera", denunció el concejal Juan Antonio del Peño (PP). Una queja que se hace extensiva a vecinos y a los conductores que pasan a diario por la carretera. En temporada de esquí, se estima que la media supera los tres mil vehículos al día.

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