Asturiana de Laminados (Asla) ha tenido que solventar muchos problemas desde que, en 2007, la compañía empezase a construir su fábrica literalmente entre las huertas de la vega de Villallana. De hecho, el proyecto de urbanización del polígono lenense sigue sin desarrollarse y permanece pendiente de la aprobación de 5,5 millones de los fondos mineros. Con todo, la empresa que preside Macario Fernández ya vislumbra la conclusión de su ambicioso proyecto de asentamiento en Lena. Tras la puesta en marcha de la nueva línea de acabados, Asla ya emplea en Villallana a 145 trabajadores: "Nos faltan aún las últimas incorporaciones y esperamos llegar en los próximos meses a las 165", explica Fernández.
El potente entramado industrial que Asla ha tejido en Villallana ha ido acompasado con un constante aumento de la producción. La empresa ya tiene capacidad para fabricar más de 30.000 toneladas al año de chapas y bobinas de zinc y aluminio. "El año pasado rozamos los 98 millones de facturación", explica Macario. Con la nueva línea de acabado operativa desde principios de año, este ejercicio la firma trabaja con el objetivo de "sobrepasar los cien millones de facturación".
Asturiana de Laminados exporta casi la totalidad de su producción. Sus principales clientes están en Europa. "Los países con los que más trabajamos son Alemania, Francia, Bélgica y Reino Unido", destaca Macario Fernández, que acaba de visitar Estados Unidos para cerrar nuevas operaciones. En concreto, está casi listo un acuerdo con la firma América Corporation. La intención de Asla es potenciar las relaciones comerciales tanto con EE UU como con Canadá.
Macario Fernández apunta que la nueva división de Asla para Villallana está compuesta por un equipo muy complejo. "Se han instalado los mejores componentes que se fabrican en el mundo -hornos, pintadoras...-, y tuvimos que integrarlos unos con otros". Esto permitirá llegar a una producción de 15.000 toneladas de aluminio y 14.000 de cinc.
La actual fase de expansión está únicamente pendiente de que se culmine la construcción de una nave que servirá de almacén. Actualmente las labores han sido suspendidas debido a una anomalía en la licencia de obra. Tanto la alcaldesa de Lena, Gema Álvarez, como Macario Fernández apuntaron ayer que se trata simplemente de un "contratiempo administrativo" que será subsanado de "inmediato" y que no afecta al desarrollo del proyecto industrial de Asla.
