Nueva vuelta de tuerca en el conflicto laboral de Triman Minerals. Está en marcha una investigación sobre la venta de material del grupo, en proceso de concurso de acreedores, por parte de Saher -una filial cuyo único socio era Triman y con la que compartía representante legal-. Lo complicado del caso es que ese material pudo ser vendido entre las dos compañías (de Triman a Saher) de "forma irregular", tal y como ha denunciado ya el concurso y sopesa la Fiscalía de Navarra.
La transacción se produjo en 2016, dos años antes de anunciar un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) de extinción para toda la plantilla. Según consta en el escrito de la administración concursal, al que tuvo acceso LA NUEVA ESPAÑA, la administración no encontraba los precios "razonables". Pidió una auditoría a una empresa externa "de reconocido prestigio en el sector".
Y hubo sorpresas: el precio en el mercado de los bienes alcanzaba los 1,3 millones de euros, Saher pagó por ellos 640.457 euros. Entre otros, Triman traspasó a Saher una máquina de corte de perfiles por 137.502 euros. El valor de mercado era de 188.247 euros. Había diferencias tan llamativas como al de un bien identificado como "Láser Prima": Saher pagó 157.429 euros por la transacción, la valoración alcanzaba los 261.470 euros.
Y el giro más inesperado. En plena polémica, cuando la administración ya ha puesto en conocimiento del Juzgado esta "irregularidad" entre otras y la Fiscalía de Navarra ha abierto una investigación, Saher anunció una venta directa de materiales que habían sido adquiridos previamente a Triman. Lo hizo a través de una página web conocida en el sector, que ya ha dado por concluida la venta de estos bienes.
Fuentes conocedoras del proceso han asegurado que el Juzgado decidirá "sobre esa venta", dando a entender que también ha sido denunciada y está en plena investigación. Mientras tanto, los trabajadores demandan más información y están expectantes para cobrar los salarios que se les adeudan: alcanzan un total de 1,2 millones de euros.
La administración aun no ha comenzado la venta de activos, entre los que se encuentran las dos naves de Mieres: en de Vega de Arriba y Loredo. Los trabajadores han reclamado vigilancia en las naves para que no se conviertan en una "nueva Diasa". De hecho, en la de Vega de Arriba, hubo robos.
