El confinamiento obligado por la crisis sanitaria del coronavirus ha despertado el talento de muchos y también ha sido un buen momento para animarse a la lectura, a veces algo abandonada debido a los quehaceres cotidianos. Sin embargo, durante estos días ha habido que tirar de los libros que estaban en casa porque las bibliotecas permanecían cerradas. Eso hasta ahora, porque la red de bibliotecas de Mieres iniciará su propia desescalada a partir del día 25, recuperando sus servicios de devolución y préstamo, aunque sin acceso a las salas de lectura.
La recuperación del servicio se enmarca dentro de la campaña "Mieres, paso a paso" con la que el Ayuntamiento de Mieres trata de recuperar la normalidad tras esta crisis sanitaria. Todas las bibliotecas, a excepción de la Santa Cruz, abrirán de lunes a viernes, aunque cada una con un horario distinto. Así, la que está ubicada en la villa de Mieres permitirá las devoluciones y préstamos de nueve y media de la mañana a doce del mediodía, y de cuatro y media a siete y media de la tarde. Las bibliotecas de Ujo y Turón sólo abrirán por la tarde. La primera de cuatro y media a seis y media de la tarde, mientras que la segunda estará disponible de cinco a siete y media de la tarde. La biblioteca de Santa Cruz sólo abrirá los martes y jueves, de cuatro y media a seis y media de la tarde.
Asimismo, se ha establecido un protocolo de acceso a estas instalaciones, en las que habrá líneas de espera y separación interpersonal señalizadas en el suelo y que no deberán ser traspasadas hasta que el usuario pueda ser atendido. Además, será obligatorio el uso de mascarillas, además de la desinfección de manos con gel hidroalcohólico que estará disponible a la entrada de los centros.
La desescalada de libros también se está desarrollando en otros concejos, como en Morcín, que reabrió su biblioteca municipal, ubicada en Santa Eulalia, el pasado día 11, en su horario habitual y, al igual que Mieres, sólo para el servicio de préstamo de libros. En el caso de este centro, las obras tienen que ser solicitadas directamente a la bibliotecaria y, una vez consultadas o devueltas, se depositarán en un lugar apartado y separadas entre sí durante al menos catorce días, de manera que pueda garantizarse que no están infectados cuando vuelvan a ser utilizados, aunque las medidas pueden cambiar.