La pandemia de coronavirus ha incrementado, como consecuencia de la intensa convivencia, las rupturas de parejas y los trámites de divorcio en España. También se ha llevado por delante el bien avenido matrimonio que, durante los primeros meses de mandato municipal, formaron el PSOE y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Langreo. En este caso, la causa de disolución de la pareja no ha sido verse mucho sino todo lo contrario. La formación naranja alega como motivo de la separación la "falta de comunicación" y el "ninguneo" sufrido en la gestión de la crisis derivada del covid-19. Además, su portavoz, Luis Fernández, no deja ninguna puerta abierta a la reconciliación y afirma que no volverá a pactar con el PSOE: "La relación está rota".
"Hemos sentido una decepción total con la forma de actuar del PSOE durante esta crisis. Después de ser una pieza importante en la gobernabilidad del Ayuntamiento, no han contado con nosotros en absoluto, ocultando información y con una falta de comunicación total. Cuando nos necesitaron acudieron a nosotros y después pasamos a ser un cero a la izquierda", indicó Fernández.
Estas palabras abren un horizonte incierto para asegurar la gobernabilidad del Ayuntamiento. El ejecutivo local socialista de Carmen Arbesú tiene nueve de los veintiún concejales de la Corporación y necesitó los dos de Ciudadanos para conformar una mayoría absoluta de once que permitió dar luz verde a importantes medidas como la aprobación del presupuesto municipal de este año o la ratificaron en Pleno del acuerdo al que llegaron con los sindicatos para reducir la jornada semanal de los trabajadores municipales de 37,5 a 35 horas.
El problema para el PSOE es que parece improbable que, ya sea por incompatibilidad de caracteres o por diferencias ideológicas irreconciliables, encuentre un nuevo compañero de viaje en los otros dos partidos de la oposición: Unidas por Llangréu (formación que integra a IU, Podemos y Equo), que tiene ocho ediles; y el PP, que suma dos. A ello se suma que las tres fuerzas opositoras se ha unido en las últimas semanas para pactar medidas como el aumento del dinero destinado a mitigar la crisis o la reducción del gasto político.
El portavoz de Cs se mostró categórico: "La relación con el gobierno local está rota y no volveremos a pactar con ellos. Y si en el hipotético caso, algo que no se ha dado, de que recibiera órdenes de mi partido para hacer lo contrario, dimitiría al día siguiente".
