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Javier Fernández y el doble rasero del PSOE: mimos en Gijón, boicot en Mieres

El reciente afecto mostrado por la dirección del partido hacia el expresidente choca con los ataques que recibió hace dos años

Loli Olavarrieta, junto a varios miembros de Mierenses en el Mundo, haciendo entrega a Javier Fernández de la medalla de los galardones en junio de 2018.

El socialismo asturiano ha sometido a Javier Fernández, expresidente del Principado de Asturias, a un esquizofrénico trato tras su controvertido paso por la gestora que en 2018 estuvo al frente del partido antes de que Pedro Sánchez, vía primarias, regresara de nuevo a la secretaría general. Dos actos promovidos por la sociedad civil, uno en Gijón y otro en Mieres, revelan la veleidad del apasionamiento político y los cambios de ánimo que provocan las turbulencias internas.

La pasada semana Javier Fernández recibió en Gijón un cálido homenaje con motivo de su nombramiento como "Gijonés del Año". En el acto estuvo arropado por la dirección regional de su partido, además de por una amplia representación de todo el espectro político. El actual presidente del Principado, Adrián Barbón, no reparó en elogios a la hora de resaltar el compromiso de su antecesor, por ejemplo, con el sostenimiento de la sanidad pública. Además, el actual referente del socialista asturiano agradeció a la sociedad promotora del galardón su gesto. Así lo dejó escrito: "Celebro que Vivir Gijón me haya concedido la oportunidad de dejar constancia. Espero, además, que el talento racional del presidente Fernández, pese a su reconocida condición impermeable a los elogios, se deje empapar por una vez de los múltiples argumentos que avalan este galardón".

Lo sucedido en Gijón parece ensamblado a lo que podría definirse como normalidad política. No parece noticia que los tuyos te adulen. Lo chocante brota cuando lo sucedido en Gijón se pone en contraste con lo acaecido en Mieres hace dos años en un contexto muy similar. En junio de 2018 un inusualmente emocionado Javier Fernández recogía, temblando y con lágrimas en los ojos, la medalla de los "Mierenses en el Mundo". En un abarrotado patio de butacas se distinguía a toda la vieja guardia del socialismo asturiano, pero nadie de la por entonces entrante dirección local, ni de la regional.

Ni Javier Fernández ni los promotores del premio recibieron en Mieres mimos por parte de los responsables del partido. Unas semanas antes de la entrega de los "Mierenses en el mundo" se filtraron desde dentro de la propia agrupación socialista mensajes telefónicos en los que reconocidos dirigentes planteaban boicotear la entrega del premio mensajes telefónicos en los que reconocidos dirigentes planteaban boicotear la entrega del premioa Javier Fernández. La indiscreción, que algunos tildaron de "traicionera", desató una ventisca que acabó en chaparrón.

La polémica conversación se produjo en un grupo de mensajería con unos 50 miembros y en ella intervinieron, entre otros, el exalcalde de Mieres Luis María García; el secretario de organización del SOMA, José Luis Fernández Roces; el exconcejal socialista Dimas Martínez, y el secretario de organización de la agrupación mierense, Eduardo Martín. Los intervinientes propusieron, incluso, que la ejecutiva local del partido analizase el plante de cargos socialistas al Presidente. Hubo palabras gruesas. "Mi desprecio más absoluto a todos ellos, premiados y premiadores", escribió García en uno de los mensajes. Nadie de la dirección regional, ni local, salió en defensa de Javier Fernández. Nadie acudió al acto.

La cortesía de etiqueta que ha marcado el acto de Gijón ha echado sal sobre una vieja herida. El exsecretario general de la agrupación mierense, Balbino Dosantos, se encargó ayer de expresar el sentimiento que aún habita en muchos afiliados: "El partido y su dirección deberían estar orgullosos, siempre, de que la sociedad civil decida homenajear a un dirigente de la organización. Lo sucedido en Gijón entra dentro de lo que se entiende por normalidad política. Lo que sucedió en Mieres no puede ser menos que entendido como una triste anomalía".

La agrupación local poco dijo tras los ataques a Javier Fernández y a los "Mierenses en el Mundo". Oficialmente se negó que existiera un boicot. Ahora bien, en privado era evidente que tras la división interna surgida de las crispadas primarias había resquemores. En Mieres no había gustado que Javier Fernández hubiera rechazado, previamente, acudir a actos organizados por la agrupación local. No se entendió esta decisión aún cuando el Presidente había anunciado su intención de no acudir a actos del partido: "Es irrebatible que el partido no apoyó al Presidente entonces. Fue un boicot incomprensible, con graves insultos desde la dirección dirigidos hacia él y la sociedad civil", remarca Dosantos. "Resulta triste que se trate así a alguien que se está marchándose de la política. Al menos ahora celebramos lo que ha hecho en Gijón Adrián Barbón".

Loli Olavarrieta es la presidenta de Mierenses en el Mundo. La entidad respondió con elegancia a los insultos. Nunca han querido entrar en confrontación. Ahora bien, el colectivo deja claras varias cosas: "El premio que no tenía connotaciones políticas. Acudieron 300 personas y hubiéramos llenado el doble de localidades. Es cierto que no hubo invitaciones, pero se atendieron todas las peticiones. Si la dirección no acudió fue porque no quiso. Esa claro que pasaron cosas feas", apunta Olavarrieta.

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