Huir de los errores del pasado. Esa es la gran meta de Juan Ponte, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, para desarrollar turísticamente el entorno del pozo Santa Bárbara. Un núcleo que junto al poblado minero de Bustiello, el otro Bien de Interés Cultural (BIC) del concejo, serían los epicentros desde los que irradiar turistas por todo el municipio. Pero no solo eso, aprovechar los BIC como centros de generación de puestos de trabajo asentando empresas también es otra de las metas.
Cinco largo años son los que lleva el edil trazando un plan para potenciar todas las bondades del concejo. Y la cesión de la gestión por parte de Hunosa del Pozo Santa Bárbara ha supuesto un paso de gigante en su desarrollo. Para Juan Ponte, la gestión de los enclaves no se ha hecho siguiendo un orden lógico. "Aquí primero se disparó y luego se apuntó", dijo, para ejemplificar estos fallos con lo ocurrido en Bustiello. "El sanatorio se rehabilitó en 1996, pero no se le dotó de usos ni de contenidos, y eso provocó que hoy, 25 años después, esté en estado ruinoso", afirma. Un error que no quieren repetir con Santa Bárbara.
Por ello, Ponte tiene diseñado un plan para ir llevando a cabo a medida que vayan llegando fondos, aunque el primer paso, tras la cesión, es relativamente sencillo y sin coste. "Para 2021, la explotación estará ya dentro de la red de equipamientos de Mieres y podrán realizarse desde visitas guiadas a teatralizadas", apuntó.
Pero el plan de usos no se quedará ahí. "No queremos un espacio museístico al uso, sino un centro de recepción de visitantes dinámico". Esto es, en otras palabras, dotarlo no solo de contenido histórico y que, evidentemente muestre el pasado minero de la zona, sino también de otras actividades más lúdicas y dinámicas. Entre los planteamientos para Santa Bárbara y su entorno, el Gobierno local trabaja en varias vías: desde recuperar enclaves como el antiguo economato para crear experiencias en torno a la gastronomía, hasta vincular el centro como punto de partida hacia otros bienes como el paisaje protegido de las Cuencas.
Ponte se ha puesto como ejemplo del desarrollo de estas actividades otras zonas de Europa, como la cuenca alemana del Rürh, "donde se conjuga perfectamente ese pasado minero con la polivalencia de los espacios para acudir hacia otras actividades que puedan resultar atractivas para el visitante". Los pasos, eso sí, hay que darlos con pies de plomo para no cometer errores pasados. "Con los fondos mineros se realizaron muchos equipamientos de este tipo. Y vimos que no han tenido éxito, no queremos caer en ese error", apuntó. Por ello, Santa Bárbara podrá albergar desde ferias, a conciertos, pasando por actividades relacionadas con el turismo gastronómico. No en vano, al término del verano se comenzarán con las rutas culturales y las visitas teatralizadas con el pozo turonés como epicentro y punto de reunión.
Sobre el papel, el plan parece muy bien estudiado. Pero lo cierto es que nada es gratis, y Mieres deberá buscar financiación. Lo harán en fondos estatales y europeos de reactivación, pero tampoco descartan que se puedan llegar a acuerdos con empresas.
Y es que la parte empresarial también estará ligada al pozo Santa Bárbara, del que tanto carbón se extraje. "Pensamos que hay partes del conjunto que pueden recibir otros usos, y sería interesante convertir la antiguas oficinas en vivero de empresas". Compañías que para Juan Ponte deben de ir ligadas a las nuevas tecnologías, un símbolo de la economía de futuro y de hacia donde se de mover el modelo productivo.
Aunque el camino va a ser largo, los primeros pasos ya se están dando. Pisar sobre seguro siempre suele ser garantía de éxito.
