Cuarenta y cinco familias de personas inmigrantes pudieron comer, entre marzo y diciembre, gracias a la ayuda alimentaria aportada por la Asociación Pro Inmigrantes Intervalo. De los 148 beneficiarios de las ayudas aportadas por el colectivo, 51 son menores de edad. El de los inmigrantes es un sector de la población “muy castigado” por la crisis económica derivada de la pandemia, “hay familias que están muy mal. Cuanto más débil era tu situación, más difícil te lo pone esta crisis”, afirma el presidente de Intervalo, Benjamín Braga.
El trabajo de la asociación nunca fue, hasta el inicio de la pandemia, el de prestar ayuda alimentaria. Siempre trabajó con “las reivindicaciones de esta población, con la sensibilización, la adaptación y el asesoramiento” de las personas extranjeras que llegaban al valle del Nalón. El covid-19 lo trastocó todo, porque “nos empezaron a pedir ayuda, gente que no tenía para comer”. Así, se acabaron realizando 19 entregas de vales para comida y productos de higiene, que beneficiaron a 148 personas, 51 menores, pertenecientes a 45 núcleos familiares distintos. Se entregaron 180 lotes en total, valorados en 12.000 euros. Para poder llevar a cabo esta campaña de apoyo, Intervalo consiguió 106 donativos, que sumaron una cantidad de 8.868,88 euros.
Los empleos a los que tiene acceso el colectivo son de los más castigados por la pandemia. “La mayoría trabaja en el servicio doméstico, en la venta ambulante, como camareros, muchos inmersos en un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo)... y la verdad es que muchos de ellos están pasándolo mal”, afirma Benjamín Braga. En muchos casos, añadió, se trata de gente “que normalmente no está altamente cualificada. Lo que se dice de que muchas veces hacen los trabajos que no queremos los de aquí, pues es verdad”. Las personas con menos poder adquisitivo “son las que más están notando el golpe de la crisis. Cuanto más débil es tu situación, más fuerte te da”, aseveró el presidente de Intervalo.
El trabajo que están realizando las organizaciones no gubernamentales, prestando una ayuda imprescindible a miles de personas durante la pandemia, “tal vez le correspondería al Estado. Pero una vez en esta situación, hay que ayudar y trabajar”.
