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El pozo Sotón estrena “rozadora”

Los guías de la mina turística han creado una maqueta de la máquina que Hunosa modificó para iniciar la mecanización de los tajos

El pozo Sotón estrena maqueta de una rozadora

El pozo Sotón estrena maqueta de una rozadora Julio Vivas

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El pozo Sotón estrena maqueta de una rozadora Julio Vivas

El pozo Sotón de Hunosa, en El Entrego, sigue creciendo. Al menos desde el punto de vista expositivo. Y es que aquellos que realicen la visita exterior al pozo podrán ver de cerca una nueva maqueta que recrea la H1, la primera rozadora que se utilizó en las explotaciones de la compañía. Este elemento ha sido desarrollado por los propios guías-mineros que trabajan en Sotón, totalmente a mano y aprovechando los materiales que fueron encontrando en los almacenes de la empresa. Además, cuenta con luz y movimiento, con lo que uno se puede hacer a la idea de cómo trabajaban esta máquina en el interior del pozo.

Alejandro Virginio, Francisco Cabal, María Suárez y Luis Pedro Jurado observan la maqueta; a la izquierda, un detalle de la rozadora. | Vivas Julio VIVAS

Pero, ¿qué es una rozadora? Luis Pedro Jurado, uno de sus artífices junto a María Suárez, Alejandro Virginio y Francisco Cabal, explican que “es la máquina encargada de arrancar el carbón que hay comprendido entre dos paredes de piedra, para ello tienes que meter corriente a la rozadora, comenzarían a girar los tambores que tiene en sus extremos y, mediante un torno en la galería de cabeza se va tirando de ella hacia arriba; todo el carbón por inercia caería en la zona de descargue, al silo donde está el carbón acumulado, y después se iría cargando a los vagones para poder sacarlo a la caña al pozo”. La entrada de estas máquinas supuso el inicio de la mecanización de las minas, ya que este trabajo se desempeñaba antes con martillo neumático y, mucho más atrás en el tiempo, con el pico. Fue, como destaca Jurado, “un gran avance, aunque tuvo sus pros y sus contras”.

Cuando Hunosa decidió mecanizar sus pozos se fijó en Rusia, ya que las minas eran similares. De hecho, de allí vinieron las primeras rozadoras, pero al llegar a Asturias, la compañía se vio obligada a modificarlas para poder utilizarlas en sus pozos, ya que “las capas eran más verticales que las que tenían ellos y uno de los problemas también era de engrase, que en vertical no bombeaba a todo el circuito”, explica Cabal. Así nació la H1, cuyo prototipo se fabricó en los talleres de Santa Ana. En total, hubo 18 rozadoras H1 en los pozos de Hunosa.

En cuanto a la maqueta, Jurado explicó que “surgió la idea de hacerla nosotros mismos, y así lo hicimos, pero a partir de un lienzo en blanco, que era una chapa de acero de dos metros de largo por uno de ancho, y cada uno aportó su granito de arena”. La maqueta está dividida en cinco partes, la galería de base, la galería de cabeza, la zona de relleno, que es la parte que ya se explotó del carbón; la zona de trabajo de la rozadora, y la zona intacta de carbón que queda por explotar. “Lo hicimos poco a poco, con materiales reciclados de la empresa, modificando piezas y adaptando otras, pocas cosas se compraron”, destacó el guía, señalando que “no utilizamos ninguna plantilla, está hecho todo a ojo”.

Una de las partes más destacadas es la propia rozadora, a la que se le incorporó el movimiento rotatorios de los tambores, el levantamiento del brazo y su propio desplazamiento. Sin duda será uno de los elementos que más llamen la atención de la visita exterior al pozo Sotón, que ya puede verse. Además de la visita exterior, el pozo Sotón también ofrece la posibilidad de conocer el Centro de Experiencia y Memorial Minero (CEMM), así como entrar al interior de la explotación, una experiencia única descendiendo a 600 metros de profundidad y ofreciendo la posibilidad de ser minero por un día a los visitantes. Las reservas, en www.pozosoton.es.

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