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Arranca la obra que evitará la ruina de la Casa del Notario, histórico chalé de Mieres

La reforma cuesta 287.000 euros, que se suman a los 180.000 que se pagaron por el inmueble | El Consistorio baraja varios proyectos de uso

La rehabilitación de uno de los últimos referentes arquitectónicos del Mieres del primer cuarto de siglo XX acaba de arrancar con un presupuesto de 287.680 euros y un plazo de ejecución de 5 meses. Las obras de recuperación de la Casa del Notario Vigil rescatarán de las ruinas uno de los legados del arquitecto Teodoro Anasagasti, principal representante del ambicioso desarrollo urbanístico de la ciudad, y del que ya solo pervive el citado inmueble, junto con su chalé contiguo de la calle Numa Guilhou y las denominadas “Casas Baratas”. La rehabilitación de la Casa del Notario Vigil llevaba años en la agenda municipal. “Es un inmueble que es parte importante del patrimonio arquitectónico y cultural del concejo”, subrayan desde la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible.

El Ayuntamiento de Mieres compró el inmueble en 2009 para abordar la ampliación del fallido Museo de la Toná. Costó 180.000 euros. En principio la operación debía sufragarse con fondos mineros, pero la supresión en 2011 de las ayudas al carbón convirtió el adelanto del Consistorio en un pago sin reembolso.

Los daños estructurales que presenta edificio se han hecho cada vez más evidentes. Los más importantes se localizan en el tejado, parcialmente derruido. Entre la compra y el arreglo, el sostenimiento del histórico edificio, incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), le costará a las arcas municipales casi medio millón de euros, concretamente 470. 000 euros.

De momento el gobierno local no cuenta con un proyecto para dar uso a las instalaciones, aunque los gestores municipales manejan varias opciones “interesantes”. En todo caso, parece improbable que tras la rehabilitación se vaya a quedar vacío. Los trabajos se centrarán en la consolidación y recuperación de elementos estructurales, cerramientos y acabados del inmueble y la parcela, incluyendo la reparación de cubierta y fachadas así como el acondicionamiento de toda la finca en la que está ubicado el edificio.

La herencia arquitectónica de Anasagasti pronto cumplirá un siglo de vida. Hace quince años la historiadora local María Fernanda Fernández, junto a Roberto Álvarez, realizaron un informe que tenía como objetivo lograr la protección urbanística y cultural de los tres inmuebles que se conservan en Asturias proyectados y ejecutados por Teodoro Anasagasti. El objetivo se alcanzó el 11 de febrero de 2008. Actualmente, el inmueble más pequeño de la calle Numa Guilhou se encuentra totalmente reformado y sirve como sede de la asociación cultural y minera “Santa Bárbara”. La segunda edificación, la que ahora será rehabilitada, se encuentra en un avanzado estado de ruina. Bajo sus deteriorados muros esconde una historia apasionante que el crecimiento se la ciudad ha condenado casi al olvido.

El inmueble, según destaca María Fernanda Fernández, está especialmente ligado a las hijas del notario Vigil, Carmen y Elena Vigil. Sobre todo la primera, fue una figura preeminente en Mieres durante la dictadura franquista. Persona culta, sus ideas políticas llegaron a estar próximas al fascismo. Licenciada universitaria, al igual que su hermana Elena, algo poco habitual en aquellos tiempos, fue profesora de la Universidad de Viena durante el nazismo.

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