El desmantelamiento de la central térmica de Lada supondrá el ingreso de 540.000 euros en las arcas municipales de Langreo. El Ayuntamiento ha concedido la licencia a Iberdrola, la propietaria de las instalaciones, que ya no tienen actividad. Los trabajos tienen un presupuesto de nueve millones de euros y se ejecutarán en un plazo de tres años.
La compañía eléctrica tendrá que abonar, por el permiso municipal para ejecutar la obra, 540.000 euros, según aseguró el ejecutivo municipal. La licencia de obras, que dio luz verde para poner en marcha los trabajos, está condicionada a una serie de cuestiones como la presentación de un plan para reducir ruidos, la restauración ambiental de la parcela y la presentación de un aval de dos millones de euros para garantizar la continuidad de la ejecución del desmantelamiento.
El permiso municipal refleja que los trabajos no se realizarán en horario nocturno y que la empresa tiene que presentar las autorizaciones sectoriales necesarias para llevarlos a cabo. El Consistorio solicita también un cronograma con periodicidad quincenal de las actuaciones a realizar.
El desmantelamiento de la central térmica langreana llevará ingresos a las arcas municipales, que han quedado afectadas por el cierre de las instalaciones. El Ayuntamiento ha dejado de percibir cerca de 792.280 euros al año por el cese de la actividad. Los ingresos que recibía el Consistorio rondaban los 850.000 euros y se redujeron hasta los 58.000 euros.
El abono al Ayuntamiento por parte de la empresa del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) ascendía a alrededor de 540.000 euros, cantidad que, con el cierre de la central, ha descendido hasta alrededor de 16.000 euros, según fuentes municipales. Las arcas municipales recibían también de IAE (Impuesto de Actividades Económicas) más de 180.000 euros. A la tasa de emisiones correspondían 17.570 euros y a la tasa de ocupación de suelo, subsuelo y vuelo 38.555 euros. A estas cuantías, que ya no llegan al Ayuntamiento, hay que sumar otros ingresos por licencias urbanísticas o la tasa de recogida de basuras, entre otras.
El desmontaje de la central langreana generará 102.488 toneladas de residuos, de los que se prevé reutilizar 65.683. Iberdrola ejecutó ya algunas tareas previas al desmantelamiento de los equipos de la planta de Lada. Las labores consistieron en la retirada del combustible (fueloil y gasoil empleado para los procesos de arranque y parada de la caldera) y el desmontaje de algunos aislamientos térmicos. También se está retirando la maquinaria ligera y motores auxiliares, algunos de los cuales han sido trasladados a otros centros de trabajo para su aprovechamiento.
Las unidades que precisarán más tiempo para su demolición son la caldera, la chimenea, la nave de turbinas y la desulfuradora, enmarcadas en el área 4. La presa sobre el río Nalón será la última de las instalaciones que será desmontada.
