El Ayuntamiento de Aller acaba de sacar a concurso la gestión del albergue de Felechosa, uno de los equipamientos con más capacidad de alojamiento del Alto Aller. La licitación sale con un canon anual de 6.000 euros para explotar las instalaciones durante diez años. Los interesados en hacerse con las instalaciones tienen hasta el día 22 para presentar sus solicitudes, tal y como consta en el anuncio que salió publicado en la Plataforma de Contratación del Estado.
La licitación viene avalada por un estudio de viabilidad económico-financiero de la concesión del servicio como albergue turístico. En el documento se especifica que el Ayuntamiento “no dispone de los recursos económicos ni personales necesarios para llevar a cabo la gestión directa de este servicio”. Señalan, además, que “conlleva su adaptación a una demanda de carácter estacional, con lo que es necesaria la organización flexible de los recursos de persona y material, lo cual es propio de una gestión privada”. El edificio, de dos plantas, cuenta con diez habitaciones y 38 plazas. En el pliego se expone que sólo se pueden prestar sus servicios como albergue turístico, siendo obligatorio ofertar el alojamiento mediante precio por plaza en habitaciones de capacidad múltiple y desayuno para los clientes alojados. De forma adicional se podrá ofrecer restauración de forma exclusiva para los huéspedes, así como actividades de sensibilización y educación ambiental, así como realizar actividades de ocio y tiempo libre dirigidas al público infantil y juvenil.
Un lustro
El albergue lleva más de un lustro sin actividad. La idea original era arrendar el inmueble a algún empresario que presentase un proyecto atractivo y dinamizador para el Alto Aller. Sin embargo, esta opción no fructificó y el equipamiento permaneció cerrado. Así que se pusieron manos a la obra para licitar la gestión del albergue, aunque antes hubo que hacer varias gestiones, entre ellas la desafectación del edificio. Y es que el albergue fue habilitado sobre las antiguas escuelas de Felechosa, y aunque se utilizase como alojamiento, el edificio aún estaba catalogada e inventariado como bien educativo. Esto exigía que la licitación fuera por un porcentaje del edificio. Finalmente, han conseguido licitar su gestión.
