La plaza de abastos de La Felguera renueva su imagen para celebrar su centenario. Las obras de mejora de la instalación comercial –con un presupuesto de 250.000 euros con cargo a los fondos municipales– se pusieron en marcha esta semana y se centrarán en el arreglo de la cubierta, la reparación de algunos elementos de la fachada y la renovación del sistema eléctrico, los aseos y el suelo. Todo ello cuando se cumple un siglo desde que el actual edificio fue abierto.
La obra se ejecutó en 1922 gracias al apoyo de los Marqueses de La Felguera y de Pepita Duro. El proyecto fue del arquitecto municipal, José Ramón del Valle. En 1951 se llevó a cabo una remodelación en la que se aumentó la superficie considerablemente. En 2006 se acometió una nueva remodelación que cambió sustancialmente el aspecto exterior de la plaza. No fue el primer mercado de La Felguera, ya que el primero, de corte modernista, se construyó en 1902 en el espacio donde hoy se ubica el parque de Dolores Fernández Duro. Fue derribado en 1917 para ampliar el parque.
Los trabajos que se desarrollarán ahora en estas instalaciones vienen a poner fin a una serie de problemas, como las filtraciones de agua por el mal estado en el que se encuentra la impermeabilización de la cubierta, o la falta de limpieza y mantenimiento de los elementos de recogida de agua de lluvia. De este modo, se sustituirá la impermeabilización de la cubierta y se desarrollarán varios trabajos de fontanería y carpintería. También se actuará en la fachada, donde se repararán los desconchones y desperfectos, además de pintarse. En cuanto a los locales vacíos, serán limpiados y reparados para poder sacarse a licitación en el futuro. Por último, se sustituirá la totalidad del alumbrado general por bombillas “led”.
Algunos de los comerciantes instalados en el mercado de La Felguera mostraron su satisfacción con las labores que se van a desarrollar porque “hacían mucha falta”. Así lo explica Sol Meana. “El proyecto está bien. Ahora hay que ver hasta dónde llega el dinero. Las obras se están realizando ahora en la zona exterior y no nos afectan, habrá que ver cómo influye en la actividad cuando los trabajos se trasladen al interior”.
“Se van a arreglar los cristales de colores y luego se van a poner con los baños y reparar el suelo”, indicó esta comerciante de la plaza de abastos, para añadir a continuación: “Con la cubierta y la instalación eléctrica ya están y lo otro nos dicen que hasta donde alcance el dinero. En el techo hay goteras y la instalación eléctrica está mal. Y, además, en estos tiempos hay que poner luces ‘led’ para tratar de abaratar costes”.
En una línea similar se expresa Marisol Vena Menéndez, que también regenta uno de los puestos del mercado langreano. “Es una intervención que creo que va a ser beneficiosa porque la plaza está bastante deteriorada. Ahora están trabajando por fuera y después ya se meterán dentro. A ver cómo queda todo esto porque buena falta hace un actuación así. Hay un problema de humedades en el techo y a veces incluso llegar a caer algún trozo de pintura”.
