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La renovación del transporte público en la comarca

Pocos viajeros y mucha resignación el primer día del corte del tren entre Laviana y El Berrón

Los usuarios del servicio alternativo por carretera combinan el autocar y el tren para llegar a Gijón, con viajes de hasta dos horas

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Primer día del transbordo por carretera por el corte de la vía Gijón-Laviana

Era el primer día y hubo algunos desajustes. Que si la máquina de cancelar abonos no funcionaba bien, que si los viajeros no sabían exactamente dónde estaban las paradas o que si no estaba muy claro a qué hora llegaba o salía el tren, pero al final todo funcionó y no hubo incidencias destacables. Tampoco es que el número de usuarios fuese como para complicar las cosas.

Argote se cruza en El Entrego con uno de los autobuses del servicio alternativo que hace el viaje en sentido contrario. | D. O.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) puso ayer en marcha su servicio de transbordo por carretera entre Pola de Laviana y El Berrón ante el cierre de la línea de Feve de Gijón-Laviana para cambiar las vías. Las obras obligan a suspender el tráfico entre Siero en la cuenca del Nalón durante seis meses y medio. Desde el Berrón y en sentido Gijón los cortes serán parciales.

LA NUEVA ESPAÑA hizo el recorrido de ida y vuelta desde Pola de Laviana a El Berrón en el autobús de las 10 de la mañana. En la Pola, junto a la Cruz Roja, a poca distancia de la estación de Feve, Marlén Losada esperaba a los usuarios para informarles de todo. Ella es uno de los 24 «chalecos amarillos», que con esa prenda son fácilmente identificables, que Adif ha contratado para estar pendientes de lo que necesiten los viajeros. «Cancelamos los billetes con una PDA y les explicamos todo», decía Losada. Están dispuestos a lo largo del recorrido, en casi todas las paradas, para ayudar a los pasajeros pero también a los conductores. Juan Manuel Argote, de La Felguera, fue el encargado de inaugurar el servicio. A las cinco y media de la mañana se puso al volante de un autocar de la empresa Alsa de 15 metros de largo. «Está muy bien organizado porque esta vez hay gente informando en las paradas», decía en referencia a esos chalecos amarillos. Argote, Gote, como le conocen todos, recordaba el corte de principios de 2019 (hubo un desprendimiento en el túnel de Bendición), cuando se ofreció el mismo servicio por carretera, «pero ahora está mucho mejor», insistía.

A las 10 en punto arrancaba de nuevo en Pola de Laviana hacia El Berrón. Ningún pasajero. «Hoy hay poco», reconocía Gote, que está convencido de que «empezará a haber más viajeros a partir del día 12, cuando empiecen los estudiantes y todos los funcionarios a trabajar».

Uno de los autocares del plan de transporte alternativo, a su llegada a Gijón .| Vivas

Diez minutos más tarde el autocar se detenía en Sotrondio y subía el primer viajero. En las dos siguientes paradas, junto al tanatorio de La Florida, en San Martín del Rey Aurelio, y Carrocera, tampoco esperaba nadie. En El entrego otros dos viajeros, dos mujeres que preguntaban, «¿esto ye lo del tren?» y querían pagar el viaje. «No, es gratis con el abono del tren», explicaba el conductor.

La siguiente parada es de esas que complican las cosas, en San Vicente, aún en San Martín del Rey Aurelio. El vehículo se desvía y una de las pasajeras advierte, «aquí no va a haber nadie, ya pasó la otra vez, aquí no venía nadie a cogerlo». Bingo. Nadie esperaba. «Pero la parada hay que hacerla igual porque está así programado», explicaba el conductor.

Otro viajero subía en Ciaño y el autocar se dirige hacia La Felguera. Como curiosidad y como comentaba Gote, «han quitado las barreras del paso a nivel y se hace raro pasar por aquí sin tener que esperar». En La Felguera tampoco sube ningún viajero. Sí lo hace en Tuilla, una trabajadora de Renfe.

El recorrido entra entonces en su tramo más complicado. La carretera vira y se empina. Entre Mosquitera y Carbayín Alto, en Siero, parece que ese gigante de 15 metros va a quedar atascado en alguna curva pero no, el conductor sabe bien lo que hace. En la curva más complicada del trayecto, llegando a Carbayín, «hay que subir un poco la suspensión porque sino arrastra la culera», explica Gote, que conoce cada centímetro de esta maltrecha carretera. «Nos han puesto a hacer el recorrido a conductores de la zona, yo soy de La Felguera y el compañero que me da luego el relevo es de Laviana», apunta.

Media docena de viajeros llegan a El Berrón con el tiempo suficiente para coger el tren que les llevará hasta Gijón. Al final serán dos horas y un minuto de viaje, algo más de la mitad por carretera y el resto en tren para un trayecto que en coche supone 39 minutos.

Gote busca una cafetería para esperar la hora de regreso, a las 11.50 horas. Es cuando llega el tren de Gijón-Laviana que ahora muere en El Berrón.

El tren es un desastre, en bus al menos sabemos que se van a cumplir los horarios

Osama Messal - Vecino de Pola de Siero

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Osama Messal es de Pola de Siero y trabaja en La Felguera. Pregunta al conductor y le explica que sí, que saldrá en unos minutos. «Está bien, es una alternativa por las obras pero además sabes que el bus va a cumplir los horarios, el tren es un desastre, siempre hay retrasos o averías», dice el joven. Juan José Díaz se sube en El Berrón y baja en Xixún, y piensa lo mismo: «El auobús es más puntual».

"Tardo lo mismo que antes en tren"

Conchi Fombona - Vecina de Gijón nacida en Sotrondio

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También en El Berrón sube Conchi Fombona. Ha estado 40 años viajando en transporte público entre la cuenca del Nalón, nació en Sotrondio, y Gijón, donde trabajó y ahora vive. Primero bromea al enterarse de que tardará algo más de una hora en llegar a Pola de Laviana, «esto es como una excursión a Covadonga», pero es eso, una broma. Tantos años utilizando los autocares entre Sotrondio y Sama y entre Sama y Gijón, sabe perfectamente que «tardo lo mismo que antes en el tren», asegura.

El conductor arranca a la puerta de la estación de El Berrón. La salida no es fácil, un giro muy pronunciado al mismo tiempo que cruza las vías. «Teníamos que pedir que quitasen aquellos bolardos y así saldríamos más directos», comenta. Cierto, dos bolardos impiden en acceso directo a la carretera general que evitaría la complicada y arriesgada maniobra.

Llegamos con un poco de retraso pero es lo que hay

Rubén Arias - Vecino de Laviana

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En Gijón, en la estación de Sanz Crespo, uno de los viajeros que realizó ayer la ruta alternativa en autobús entre Pola de Laviana y Gijón fue el lavianés Rubén Arias, quien mostró su pesar por la modificación de los horarios debido a las obras. «Tuve que pedir permiso en el trabajo para poder llegar tarde», explicaba señalando que era la única posibilidad que tenía «porque el primero sale a las cinco y media y ya no hay más servicios hasta dos horas después». Además, «no se cumplieron los horarios fijados, ya que el autobús, que tenía que llegar a la estación de tren de Gijón a las ocho menos veinte de la mañana, no apareció hasta menos cinco». «Llegamos con un poco de retraso, pero es lo que hay, las carreteras son complicadas y se hace difícil cumplir con un horario cerrado», apuntó.

Así estarán seis meses y medio, hasta el próximo 15 de marzo, cuando se supone que se terminará la obra. Los viajeros lo dudan y de paso se preguntan, «¿aprovecharán para hacer el soterramiento de Langreo, ya que han cortado la vía es el mejor momento?». Se verá. Por lo pronto, toca ir en autocar.

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