La retirada de la torres de Lada-Velilla, la línea de alta tensión que costó 2.000 millones (de pesetas) y nunca funcionó, se retrasa al verano

El Principado achaca el atraso a una cuestión burocrática con Castilla y León e IU reclama a Red Eléctrica un "calendario" de trabajo

Una torre de la línea Sama-Velilla situada en el entorno de Campiellos, con la localidad de Rioseco al fondo. | L. M. D.

Una torre de la línea Sama-Velilla situada en el entorno de Campiellos, con la localidad de Rioseco al fondo. | L. M. D. / Luisma Díaz

Luisma Díaz

El inicio del desmantelamiento de la línea de alta tensión Lada-Velilla, que nunca entró en servicio y atraviesa todo el Valle del Nalón, se retrasa. El vicepresidente del Principado de Asturias, Juan Cofiño, señaló a preguntas del portavoz de IU, Ovidio Zapico, que Red Eléctrica Española (REE) tiene previsto empezar los trabajos en "verano de 2023", unos meses más tarde que lo anunciado inicialmente, cuando se fijó la primavera de este año como punto de inicio para la retirada de las 95 torres.

Cofiño realizó el anuncio en la Comisión de Comisión de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Junta General. Desde el Principado se achaca el retraso a una serie de trámites burocráticos que todavía no se han completado, y que competen a la entidad Espacios Protegidos de Castilla y León, comunidad autónoma en la que están siete de las torres del trazado eléctrico. "Red Eléctrica presentó en junio de 2022 ante el Ministerio la solicitud de inicio del desmantelamiento. En septiembre realizó las consultas a todas las administraciones interesadas. El Principado contestó en tiempo y forma. Ahora falta solo la contestación de Espacios Protegidos de Castilla y León. La previsión es empezar este verano, pero estaremos atentos y pediremos que se cumplan los plazos", explicó Juan Cofiño.

La previsión es empezar este verano, estaremos atentos para que se cumplan los plazos

Juan Cofiño

— Vicepresidente del Principado

Ovidio Zapico apuntó por su parte que "hace 14 meses" que preguntaron por el inicio de las obras, y que entonces estaban previstas para primavera de este año, para empezar "ya". Ahora se aplazan unos meses, y reclamó sobre todo que "haya noticias de Red Eléctrica", la empresa encargada de la retirada del tendido eléctrico. "Ha llegado el momento de tener ya un calendario completo de esta actuación. Querríamos saber cuándo se van a iniciar los trabajos, que haya un compromiso de que no haya vuelta atrás, contar con una planificación clara de cuándo y cómo se van a hacer", subrayó Zapico. El portavoz de la coalición en la Junta indicó que "IU siempre ha sido combativa" en esta cuestión de Lada-Velilla, ya que se trata de una cuestión de "restitución del paisaje y de resarcimiento del daño ambiental". También es un problema de seguridad, indicó, porque "pone en riesgo a las personas, las torres nunca han tendido mantenimiento pese a su cercanía a carreteras, a pueblos, a fincas". Una de ellas, de hecho, se vino abajo con un temporal en 2018.

Es un problema de paisaje y medioambiental, pero también es una cuestión de seguridad

Ovidio Zapico

— Portavoz de IU en la Junta General del Principado

Insistió Zapico en que REE debe "debe presentar un calendario, una metodología", apuntó que "nos gustaría que empezara de Tarna hacia abajo", para comenzar por la zona del parque de Redes, Reserva de la Biosfera y con alto valor medio ambiental, y también "saber qué se puede hacer con esas muchas toneladas de chatarra que se van a recuperar".

La línea de alta tensión discurre por las provincias de Asturias, León y Palencia. En la vertiente asturiana se encuentra la gran mayoría de las torres. La línea está con el cable tendido y tiene un longitud de 52,3 kilómetros y tiene total de 95 torres en pie (la que cayó con el temporal ya fue retirada) entre la subestación eléctrica de Lada, en Langreo, y el puerto de Tarna, en Caso. El proyecto de desmantelamiento prevé el desmontaje del tramo que va desde el denominado "apoyo 7" al 96, manteniendo sin desmontar los primeros seis apoyos ya que los comparte con otro circuito de transporte eléctrico que se encuentra en servicio. El tramo a desmantelar es de 50,5 kilómetros e incluye 89 torres.

En la vertiente castellanoleonesa, la línea no dispone de cable izado y consta de siete apoyos levantados y otros siete con solo cimentaciones. Es un tramo de 13,7 kilómetros.

Las torres fueron colocadas entre 1984 y 1986, con un coste de 2.000 millones de pesetas (alrededor de 40 millones de euros hoy). La obra fue llevada a los tribunales por vecinos de León, que denunciaban que atravesaban espacios protegidos de alto valor ecológico. Los tribunales dieron la razón a los vecinos de León y el trazado, ya parado cautelarmente, se descartó por completo y nunca entró en servicio.

Helicóptero

Según el estudio de impacto, las actuaciones previstas para el desmantelamiento de la línea, en las que se utilizarán retroexcavadoras y grúas, "no supondrá una afectación significativa" en los espacios naturales que atraviesa. Para la ejecución de los trabajos se ha previsto la utilización de accesos existentes en un 69,6% de los tramos y se ha previsto la apertura de nuevos accesos en un 4% de los casos. Para seis torres que no disponen de acceso se plantea el empleo de helicóptero para los trabajos de desmontaje ante la dificultad y el impacto que supone la apertura de nuevos accesos en esos casos. Una vez ejecutadas las obras, se restaurarán los accesos y las zonas de trabajo.

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