Langreo recupera su memoria siderúrgica: el Musi reabre tras un año de parón con dos jornadas gratuitas

Numerosos visitantes acuden a la reapertura del MUSI y descubren el papel central de La Felguera en la industrialización asturiana

David Orihuela

David Orihuela

Constantino Peruyero es langreano aunque vive en Sotrondio, en San Martín del Rey Aurelio. Tiene 67 años y trabajó en Duro Felguera. Ayer fue uno de los primeros visitantes en la reapertura del Museo de la Siderurgia de Asturias (Musi). En la antigua torre de refrigeración de la fábrica de La Felguera reconocía su propio pasado. "Está reflejado lo que yo viví", afirmaba tras acabar la visita. "Trabajé en Duro y en las acerías y está muy bien representado en el museo", insistía. Era la primera vez que acudía al MUSI y, al terminar el recorrido, salía satisfecho con lo que había visto, aunque "siempre faltan cosas pero está claro que en un museo como este no te puedes meter en muchos detalles". Para aquellos que sean ajenos al sector siderúrgico, Peruyero cree que "el museo está bastante bien", pero no solo para conocer la actividad fabril, "sino para que la gente sepa lo que ocurrió aquí, cómo la industria cambió La Felguera y toda la zona, que es algo que mucha gente no sabe".

Naomí Díez, guía del museo, explica algunos de los contenidos a un grupo de visitantes. | Fernando Rodríguez

Naomí Díez, guía del museo, explica algunos de los contenidos a un grupo de visitantes. | Fernando Rodríguez / David Orihuela

De eso, de darlo a conocer, se encargarán también Beni Fernández y Nuria Blanco. Son profesoras del instituto de Secundaria Cuenca del Nalón, en La Felguera, y son conscientes de que la mayor parte de sus alumnos no conocen la historia del lugar en el que viven. "La Felguera fue uno de los lugares más importantes de España; desde aquí se inició la industrialización que trajo el desarrollo a Asturias y a todo el país, y no solo en el sector siderúrgico", reflexionaba Fernández en una de las salas del MUSI mediada la visita.

Vanesa Álvarez y Jorge Vallina, director de comunicación de Sadim-Global, ante la torre de refrigeración que alberga el MUSI.| Fernando Rodríguez

Vanesa Álvarez y Jorge Vallina, director de comunicación de Sadim-Global, ante la torre de refrigeración que alberga el MUSI.| Fernando Rodríguez / David Orihuela

Su compañera en la docencia, Nuria Blanco, reconocía que "los chavales no tienen ni idea de todo esto". Así que, para intentar remediarlo, el instituto va a aprovechar el interés y trabajo de una alumna que sí siente mucha curiosidad por la historia local para poner en marcha un proyecto en el que se aborde la cuestión desde varias asignaturas. La idea es ir más allá del MUSI. Blanco explicaba ayer, por ejemplo, como "los edificios de ahí afuera (los que ahora ocupan distintas empresas en la ciudad tecnológica de Valnalón) tienen la arquitectura estilo Manchester, con el mismo ladrillo visto". Blanco también recordaba que "en los años 60 y 70, en la Cuenca del Nalón había muchos grupos de música con estética británica". Apuntaba también algo que sus alumnos desconocen: la Unesco declaró en 1961 a La Felguera como el kilómetro más culto de Europa.

El MUSI reabrió ayer con dos días de puertas abiertas. Visitantes de distintos lugares de Asturias se acercaron a La Felguera para conocer el pasado siderúrgico de la región. Descubrieron que La Felguera era un campo de "felechos" y que Pedro Duro decidió instalar allí su fábrica por la cercanía del carbón del Pozo Candín y de las aguas del Nalón. También que la Bayer está en Langreo porque el carbón está en el origen de la Aspirina y en Lada se fabrica el ácido acetilsalicílico, el principio activo, con el que se hacen todas las aspirinas del mundo. El MUSI es el museo de la siderurgia, pero ésta no se entiende sin el carbón y todo lo relacionado con su extracción.

Vanesa Álvarez, jefa de operaciones de la alianza Sadim-Global, que gestiona el MUSI y el Ecomuseo del Valle de Samuño, estaba ayer satisfecha. Las seis visitas programadas para el fin de semana estaban completas. El museo ofrece varias posibilidades. Hay una visita guiada al refrigerador (el museo propiamente dicho), que se puede ampliar con un recorrido por La Felguera siguiendo los pasos de Pedro Duro. El precio es de 6 o 10 euros, según la versión elegida. Otra posibilidad "para aquellos que quieran conocer más a fondo el patrimonio minero e industrial" es la entrada conjunta al MUSI y al Ecomuseo de Samuño. Cuesta 13,5 euros y no tienen que hacerse las dos visitas el mismo día, así que se pueda pasar un fin de semana en Langreo y conocer la historia local que es la de toda Asturias.

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