El mierense que perdió su juventud en los campos de exterminio nazis: "Aquí venís a morir; se entra a pie, pero se sale por la chimenea"

Un testimonio inédito de David Moyano, superviviente en Mauthausen, refleja la angustia de los presos: "Casi me matan de una paliza"

La liberación de Mauthausen, en el año 1945. | Boix / PIM

La liberación de Mauthausen, en el año 1945. | Boix / PIM / La liberación de Mauthausen, con la pancarta antifascista española al fondo.Liberated prisoners in the Mauthausen concentration camp near Linz, Austria, give rousing welcome to Cavalrymen of the 11th Armored Division. The banner across the wall was made by Spanish Loyalist prisoners. May 6, 1945. Cpl. Donald R. Ornitz. (Army) NARA FILE #: 111-SC-206395 WAR & CONFLICT BOOK #: 1299

David Moyano tenía 19 años cuando escuchó el ruido sordo de los portones de Mauthausen. Los guardias nazis recibieron a los nuevos presos con un grito: "Aquí venís a morir; se entra a pie, pero se sale por la chimenea".

Se equivocaron con él. David Moyano (Ujo, 1922-Bruselas, 2011) fue, para bien y para mal, excepcional. Uno de los 170 asturianos que estuvieron en Mauthausen, de los pocos que sobrevivieron, prácticamente el único que hablaba de aquel infierno. La Asociación Deportados Asturias, a través de una biografía recogida por Begoña Álvarez Cienfuegos, repasa la vida de este luchador. "Nunca se rendía", afirman sus familiares. Jamás: a los 86 años, encabezó una querella contra cuatro oficiales de las SS por el "exterminio sistemático" en los campos. También ofreció, en una carta recientemente encontrada, uno de los escasísimos testimonios sobre la liberación de Mauthausen: "Nos abrieron las puertas, allí estaba el general Saunders. Nos abrazamos".

David Moyano en la ficha del comando Poschacher.

David Moyano en la ficha del comando Poschacher.

La vida se presentaba tranquila para David Moyano. Era el hijo de José Moyano y Gregoria Tejerina, vallisoletanos que se trasladaron a Ujo por motivos laborales. El padre era ferroviario. A los quince años, David se incorporó al ejército republicano. Tras la caída del Frente Norte, en 1937, se trasladó a Francia. Desembarcó en la isla de Yeu. Y aquí viene uno de esos momentos en la vida que cambian toda la historia: decidió volver a España para reintegrarse en el ejército Republicano de Cataluña.

En enero de 1939, empezó su infierno. Fue encarcelado, primero, en el campo de concentración para españoles "Argelès-Sur-Mer". Aquí ya fue sometido a trabajos forzados; fue destinado a la construcción de las fortificaciones defensivas de Alsacia. "Era un superviviente nato; una persona con unas ganas de vivir y una fuerza admirables", explicó Jesús Aguirre, familiar de Moyano, desde Bruselas. Una fuerza con la que también sobrevivió al campo de prisioneros Fallingbostel, donde fue internado en la primavera de 1940.

David Moyano, en 2010.

David Moyano, en 2010.

Moyano nunca olvidó el día 25 de enero de 1945, su fecha de ingreso en Mauthausen. Tenía 19 años: "Allí me quitaron el nombre y me dieron un número", afirmaba. El preso 6060. Llevaba en el pijama bordado un triángulo azul invertido, con una "S" en el centro (de "Spanier", español). Los primeros años, decía él siempre, fueron los peores. Fue trasladado unos meses a Gusen: "Allí los guardias eran aún más cabrones. Una vez, me golpearon hasta casi matarme, me dejaron inconsciente".

Estuvo más veces muy cerca de la muerte. De hecho, llegó hasta las puertas del crematorio. De este episodio, el más angustioso de su paso por Mauthausen, hablaba poco. Solo dejó algo escrito: "Un grupo de españoles me salvó". Le destinaron a la cantera de Mauthausen: "Trabajábamos a 20 grados bajo cero, vestidos sólo con un pijama. Era extenuante. Teníamos que acarrear piedras por los 186 escalones que llevaban a la cantera y muchos se tiraron al vacío". Reconocía que había pensado muchas veces en matarse, "pero nunca tuve fuerza suficiente".

"Kommando Poschacher"

Resistió. Tanto, que un día llegó la noticia que le salvó la vida: fue destinado al Kommando Poschacher, creado en el verano de 1943 para trabajar en una fábrica -la fábrica Poschacher-. El historiador mierense Carlos Barrio explica que "los nazis habían perdido ya mucha mano de obra, por la Guerra, y decidieron trasladar a las fábricas a algunos de los presos". Los más jóvenes, los más fuertes. Moyano tenía 21 años cuando se hizo "Pochaca", como él decía. Accedió al régimen de semilibertad, una suerte de "primer grado" del campo. Solo tenía que ir a dormir.

Una de las hazañas de los "Pochacas" llegó al cine: fueron los encargados de ayudar a Boix, "el fotógrafo de Mauthausen", a sacar los carretes del campo de concentración. Esas fotos, que muestran el día a día de los presos en Mauthausen, fueron claves en los juicios de Nuremberg. Algunos de los testimonios de Moyano también se incluyeron en el procedimiento contra los nazis.

Pero lo que más le gustaba recordar a Moyano, dicen en su entorno, era el día de la liberación del campo: el 5 de mayo de 1945. Y, si bien hay películas acusadas de pro-norteamericanas por la trama, el relato de Moyano era bien parecido: "Nos abrieron las puertas, estaba el comandante Harry Sanders (en referencia a Saunders, uno de los liberadores de Mauthausen). Todos nos abrazamos". Recordaba la pancarta en el campo: "Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras". En el 60º. aniversario de la liberación del campo, volvió a coincidir con Saunders y otros veteranos.

David Moyano confesaba a su entorno más cercano que, tras su paso por Mauthausen, sentía que ya no podría recuperar su vida: "Me destruyeron mi juventud", afirmaba. Otra vez, la fuerza. Decidió quedarse en Bélgica y obtuvo la nacionalidad. Se enamoró de una mujer y tuvo una hija, que ahora vive en Canadá.

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