Turón homologa a su «míster» argentino de primera división

Rodolfo Pereira, que fue primer entrenador del histórico Ferro Carril Oeste de Buenos Aires, convalida su título de técnico de fútbol en España preparando a la cantera rojilla

Rodolfo Pereira, con los jugadores de uno de los equipos de fútbol base del Deportivo Turón, durante un partido.

Rodolfo Pereira, con los jugadores de uno de los equipos de fútbol base del Deportivo Turón, durante un partido. / D. Montañés,

En el mundo del fútbol es habitual que jóvenes de todas las partes del mundo se lo jueguen todo buscando fortuna en las acaudaladas ligas europeas. Mucho menos común es que quien decida apostarlo todo en busca de una oportunidad sea un entrenador con décadas de experiencia y asentado en el fútbol profesional. Rodolfo Pereira llegó a dirigir en su país natal al primer equipo del histórico Ferro Carril Oeste, de Buenos Aires. Esta campaña la ha dedicado a entrenar al alevín del Turón. El club mierense lo acogió el verano pasado cuando el preparador argentino, ya instalado en España, constató que el título de su país no era válido aquí. Tras meses de intenso trabajo, ha logrado homologar esa titulación y ahora espera retomar una trayectoria que se vio bruscamente interrumpida por un imprevisto burocrático.

«Estaré eternamente agradecido al Turón por la ayuda que me prestaron en un momento muy delicado para mí», explica Rodolfo Pereira. El técnico argentino decidió hace dos años dejar atrás todo y probar suerte en España. Al llegar se encontró incapacitado para ejercer su profesión. Ha tenido que empezar de cero y el Turón ha sido hogar que le ha servido para cobijarse hasta que ha pasado la tormenta: «Cuando llegué me encontré con que solo podía entrenar hasta la categoría de cadetes y tuve que apuntarme al curso de homologación».

Una vez cumplidos los requisitos de equiparación, Pereira está listo para retomar su actividad profesional. «Por poder, ahora ya puedo entrenar hasta al Real Madrid», señala con buen humor.

En realidad este preparador sabe perfectamente lo que es entrenar a profesionales de fama mundial, aunque sin llegar al nivel de las grandes estrellas del firmamento madridista. Cuando se incorporó al Turón pasó de entrenar a jugadores por los que se han pagado traspasos de seis millones de euros a apadrinar a los jóvenes valores locales. Fue el único club que le abrió las puertas en un momento en el que el técnico parecía haber quedado en fuera de juego. Para alcanzar el máximo nivel de capacitación en Europa tenía que hacer seis meses de prácticas: «Envié decenas de peticiones». Sorprendentemente, la llamada solo fue respondida desde Turón. Al final se quedó toda la temporada. «Ha sido una gran experiencia trabajar con los chavales de Turón», apunta. Pero ha llegado el momento de iniciar una nueva etapa y retomar las expectativas con las que se trasladó a Europa.

«Hay que ser realista y asumir que hay que ir paso a paso. De momento estoy mandando el currículum y manteniendo contacto con varios equipos». En principio, su aspiración sería poder trabajar con la cantera de algún club como coordinador. «Me encanta la formación y me gustaría entrar en la cantera de algún equipo relevante».

Por mucho que la normativa deportiva española le haya puestos reparos, Pereira está sobradamente cualificado. Se retiró como jugador con apenas 19 años. «Uno sabe cuándo no tiene las cualidades necesarias y, en mi caso, decidí tomar otro camino y formarme». Comenzó entonces como preparador físico, para luego dar el salto a la dirección técnica. «Ascendí poco a poco desde las categorías menores del Ferro hasta entrenar al primer equipo». Abordó ese proceso según la filosofía de su maestro, Carlos Griguol, icono del fútbol argentino ya fallecido. «Griguol y el profe Luis María Bonini son quienes me han guiado y me han marcado en lo profesional y en lo personal». Ha entrenado a jugadores como Federico Fazio (Sevilla) o Gonzalo Castellani (Villarreal).

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