Roberto García | Cabeza de lista de IU y candidato más votado en Langreo

Roberto García, cabeza de lista de IU y candidato más votado en Langreo: "Queremos recuperar la policía de proximidad en los barrios para mejorar la convivencia"

"Tenemos un proyecto de Langreo y queremos dialogarlo con todos, pero en palabras de Julio Anguita con programa, programa, programa"

García, frente a las letronas de Langreo, en La Felguera. | M. Á. G.

García, frente a las letronas de Langreo, en La Felguera. | M. Á. G. / Miguel Á. Gutiérrez

Miguel Á. Gutiérrez

"Muchas gracias. Ahora a trabajar duro". Roberto García, candidato de Convocatoria por Langreo (IU-Más País-IAS), lleva la mano izquierda pegada a un móvil por el que desfilan cientos de mensajes y llamadas de felicitación. La derecha la deja libre para estrechar las manos de las numerosas personas que se acercan por la calle a darle la enhorabuena en persona. Un hombre le dice que se dejó los ojos en la pantalla siguiendo el escrutinio y una vecina, que hay que ponerse las pilas desde el primer minuto al frente del Ayuntamiento. Otros ya le han formulado peticiones. Una joven a la que dio la primera comunión cuando era párroco de Ciaño quiere que la case el próximo año, ya como alcalde de Langreo.

–¿Imaginaba hace un año, cuando le propusieron liderar la lista de IU, que acabaría siendo alcalde?

–Ganar unas elecciones es muy complicado. Yo tenía esperanza de hacer bien las cosas. Después te empiezas a contagiar del optimismo y de la ilusión de la gente, de su compromiso y del equipo que te acompaña.

–Usted es padre de dos niños de cinco y siete años, ¿qué le dijeron su mujer y sus hijos tras enterarse del resultado?

–Mis hijos están muy ilusionados. Les habían estado pidiendo el voto a los compañeros de clase. Para ellos es como un juego. Con mi mujer es un compromiso que habíamos tomado los dos porque la opción política conlleva muchas horas y teníamos que organizarnos para ver cómo nos seguimos repartiendo las tareas en casa.

–¿Ha tenido un especial apoyo electoral en Ciaño?

–Me comentaban que sí, que en Ciaño y en El Carbayu hemos tenido un muy buen resultado.

–¿Hubo incomprensión por parte de algún antiguo feligrés o de algún vecino por presentarse a la Alcaldía?

–Hubo gente que lo comentó, pero les recordé que en Ponga, no hace mucho, la persona que estaba de alcalde había sido cura. Puso en marcha una cooperativa y trabajó muchísimo y bien. Y hay ejemplos en otras partes de España. Conociéndome, las posibles reticencias desaparecieron.

–Ya ha dicho que quiere que los críticos que se quedaron fuera de Podemos y defendieron la confluencia participen en su proyecto político.

–Tenemos las manos extendidas y las puertas abiertas para todo el mundo. El objetivo sigue siendo dialogar, escuchar, reunirnos y aunar voluntades para trabajar juntos. Hacer políticas que transformen la realidad que nos ha tocado vivir. Para mí lo de Podemos ha sido muy doloroso porque es gente a la que conozco y con la que comparto muchas cosas. Mi victoria así no me ha prestado tanto. Son compañeros y compañeras que yo creo que deberían estar con nosotros trabajando juntos, aunque fuéramos en listas separadas. Eso no tiene nada que ver. Al final coincidimos en muchas cosas. Yo no dejo de lado que podamos seguir trabajando juntos en el mismo proyecto. Esa puerta esta abierta por mi parte y sé que por la de ellos, también.

–¿Cuando el escrutinio daba la victoria al PSOE por un escaso margen de votos temió no llegar a la Alcaldía por el fracaso de la confluencia?

–Valoramos todos los escenarios porque cuando el escrutinio le daba siete ediles al PSOE y siete a nosotros también sumaban siete las fuerzas de la derecha. Y la situación en el Ayuntamiento iba a ser muy complicada. Cierto es que los partidos de izquierda estamos llamados a unirnos y a trabajar juntos. Ese es el futuro. Si hablas con la gente muy pocos entienden que en la izquierda estemos divididos. Nuestro objetivo tiene que ser trabajar juntos.

–En el Ayuntamiento no tienen mayoría absoluta y deberán llegar a acuerdos.

–Nuestra idea es dialogar con todos para construir un Langreo mejor. Voy decir las palabra de Julio Anguita que llevo repitiendo toda la mañana: programa, programa, programa... Tenemos un proyecto de Langreo y estamos dispuestos a dialogarlo con todos para llegar a acuerdos concretos. No vamos a rechazar a nadie. Nuestras manos están extendidas.

–Una de las claves de ese programa es la participación ciudadana, que se quiere llevar a la elaboración de los presupuestos, ¿cómo se hará?

–Tenemos que poner en marcha esa participación en las distintas políticas que desarrollemos en el Ayuntamiento. Una forma de implicarse es saber el dinero que hay y en qué se va a gastar. Y por supuesto vamos a escucharles en la toma de decisiones. Abogamos por unos presupuestos participativos donde la opinión de los ciudadanos sea tenida en cuenta.

–Estuvo implicado en la plataforma que impulsó la petición del hospital de parapléjicos de Langreo, que finalmente derivó en el centro neurológico de Barros, ¿cómo valora la infrautilización del equipamiento?

–El Credine es un proyecto en el que nosotros siempre hemos creído, pero el problema es que ha estado en manos de personas que no creyeron en él nunca. Y así nos fue. Vamos a exigir que se ponga en marcha y se desarrolle cuanto antes, junto a toda la ciudadanía de Langreo y los sindicatos, que están reclamando lo mismo.

–La inseguridad y la conflictividad en los barrios ha sido un problema recurrente en los últimos tiempos, ¿cómo piensan afrontarlo?

–Hace unos años sí que existía auténtica inseguridad ciudadana, por ejemplo en Ciaño. Ahora hablamos de problemas de convivencia, serios, que hay que atajar. Lo primero es proteger a las víctimas y exigir a los cuerpos de seguridad y a la judicatura que actúen con mano firme ante los casos de violencia. Vemos que es muy necesaria la Policía de proximidad. Ya la tuvimos hace unos años y abogamos por recuperarla porque eso transmite mucha tranquilidad, sobre todo a la gente mayor. También hay una relación directa entre problemas de convivencia y degradación urbana. Están Pénjamo, la Puente Carbón o Pando, donde hay que hacer una rehabilitación urbana en serio. Y después hay que hacer una intervención de educación de calle. Necesitamos recuperar la figura del educador de calle para trabajar con los jóvenes que pasan muchas horas en la calle. Hay que aprovechar el tiempo libre con su vertiente formativa.

–¿Qué le ha resultado más llamativo de la jornada electoral fuera de Langreo?

–Me ha llamado mucho la atención la bajada de votos de la izquierda. Hay que retomar la conexión con la ciudadanía. Y me preocupa que un partido sin programa que se limita a promover la división consiga representación. No son democráticos ni les preocupan los problemas de la gente.

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