Roberto García (IU) aboga por promover la "participación ciudadana" en su investidura como alcalde de Langreo

El nuevo regidor ofrece diálogo a los partidos de la oposición: "Nuestras manos están extendidas y estamos dispuestos a trabajar juntos"

García recibe el bastón de mando de manos de Carmen Arbesú, de espaldas.

García recibe el bastón de mando de manos de Carmen Arbesú, de espaldas. / M. Á. G.

Miguel Á. Gutiérrez

Langreo tiene nuevo alcalde. A la 11.43 horas de este sábado, Roberto García, expárroco de Ciaño, se santiguaba antes de prometer su cargo como concejal. Pocos minutos después, tras una votación en la que no hubo sorpresas, era investido alcalde con mayoría simple como candidato de la fuerza más votada, Convocatoria por Langreo (IU-Más País-IAS). «Queremos promover la participación ciudadana como pilar fundamental de nuestra gestión y exigiremos a las distintas administraciones un compromiso real con las necesidades de nuestro concejo; no podemos aceptar que se posterguen las soluciones», manifestó García en su primer discurso como regidor.

En un salón de plenos abarrotado, dos ediles de IU fueron las encargadas de integrar la mesa de la  presidencia: Angelita Cueva como concejala de más edad (este es su cuarto mandato) y Marina Casero como la más joven. Frente a ellas fueron desfilando todos los ediles para jurar o prometer su cargo. Casero rehuyó estrechar la mano a los dos ediles de Vox, formación que se estrena en la Corporación langreana.

Precisamente fue el portavoz de Vox (al estar organizadas las intervenciones en orden inverso a los apoyos obtenidos) el primero en tomar la palabra. Daniel Martínez Buelga abogó por un concejo «libre de ideología de género» y por luchar contra «chiringuitos ideológicos o de cualquier otra índole». María Antonia García, portavoz del PP (cuatro ediles) demandó, por su parte, incrementar la plantilla de la Policía Local frente a «las sensación de inseguridad» existente en el concejo. También propuso «planes de empleo municipales», mejorar los servicios y una escuela de toná.  

La alcaldesa saliente del PSOE (formación que logró siete ediles), Carmen Arbesú, cargó contra Vox por hacer «ostentación de sus posiciones ultras y retrógradas» y reivindicó los proyectos que se hará realidad en los próximos meses «gracias al trabajo y a la visión del equipo de gobierno socialista saliente. Nosotros, salvo acuerdos puntuales con una formación, tuvimos enfrente a una oposición instalada en el bloqueo y, en ciertas ocasiones y ciertas personas, con críticas tan desaforadas que rozaban el insulto. No vamos a pagar a nadie con esa misma moneda».

Tras recibir el bastón de mando de manos de Arbesú, Roberto García, que hizo valer los ocho ediles obtenidos el 28-M, abogó por «mirar hacia adelante y afrontar los retos que se nos presentan. Lo hacemos con un equipo plenamente preparado para asumir esta labor, con humildad pero también con determinación». El nuevo alcalde afirmó que «nuestra promesa es trabajo, trabajo y trabajo y nos comprometemos a hacerlo en estrecha colaboración y diálogo con todos los grupos políticos democráticos presentes en esta Corporación». Aseguró, en alusión a la intervención del portavoz de Vox, que «me he quedado asustado por el discurso que he escuchado y lamento mucho que nuestro concejo tenga que volver sesenta o setenta años atrás. Como persona que ha trabajado al servicio de los demás, y principalmente de los más desfavorecidos, me siento horrorizado con las palabras que he escuchado». Y añadió. «A los compañeros del PSOE y PP tengo que decirles nuestras manos están extendidas y estamos dispuestos a trabajar juntos».

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