Muchas más muertes que nacimientos: las defunciones, 13.000 en este siglo, ceban el derrumbe demográfico de Mieres

Los nacimientos no llegaron a 5.000 en dos décadas | El saldo migratorio adverso añade la pérdida de 3.770 vecinos desde 2001

Instalaciones del tanatorio de Mieres. | LNE

Instalaciones del tanatorio de Mieres. | LNE / David Montañés

El concejo de Mieres ha perdido casi un tercio de su población a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI. Entre 2001 y 2021, el censo municipal cayó en 11.900 habitantes, quedando por debajo de la barrera de los 36.000 vecinos. Pese a la observación prestada al éxodo de jóvenes y jubilados, la realidad es que el desplome demográfico está vinculado al invertido crecimiento vegetativo. En lo que va de siglo, Mieres suma 12.893 defunciones, por solo 4.763 nacimientos.

El desequilibrio del saldo vegetativo ha dejado a Mieres en apenas dos décadas con 8.130 vecinos menos. Es la adversa diferencia entre el recuento de defunciones y nacimientos. En el mismo periodo de tiempo la diferencia entre los que se han marchado y han llegado al municipio es de 3.770 vecinos. El balance es también negativo, pero mucho menos gravoso. Es decir, el envejecimiento de la población representa casi el 69 por ciento de la pérdida total de población del municipio.

La media anual de defunciones en Mieres durante la dos primeras décadas del siglo es de 586 fallecimientos. El recuento anual de nacimientos se queda en 216. Si la comparación se lleva al corto plazo, el dato es aún más llamativo. El concejo suma una defunción cada 14 horas, mientras que pasan 40 entre cada nacimiento. Lo normal viene siendo que mueran dos personas al día y que haya un recién nacido cada dos días. A nivel regional, el pasado año se contabilizaron 13.939 fallecimientos para un promedio de 38 al día.

La lucha contra la caída demográfico y el envejecimiento ha ocupado un espacio destacado en los programas electorales de todos los partidos que concurrieron a las elecciones municipales del pasado mes de mayo. De hecho, el Ayuntamiento de Mieres hace tiempo que colabora con entidades como el del CeCodet de la Universidad de Oviedo para buscar iniciativas de desarrollo urbanístico que permitan atraer población. Pero de momento la realidad es que la línea que traza la inercia de la población en Mieres dibuja una alta montaña, con una subida pronunciada hasta los años 60 del pasado siglo y una no menos vertiginosa bajada a partir de esa fecha. Casi podría decirse que a nivel demográfico Mieres se ha despeñado. La transición coincide, como era de esperar, con los procesos de industrialización, primero, y de fallida reconversión, después.

El siglo XX

Mieres entró en el siglo XX con 17.867 vecinos y con una fuerte tendencia al alza como demuestra el hecho de que solo diez años después ya tenía más del doble, concretamente 28.195. El concejo no paraba de crecer. La proclamación de la II República, en 1931, cogió a Mieres con 43.013 habitantes, que ya eran 58.768 en el ecuador de la centuria. Y así hasta llegar a 1960, cuando el padrón llegó a los 71.092 vecinos, marcando un récord, pero también el inicio de un declive que, hasta la fecha, no ha encontrado freno.

Las cifras son elocuentes: 65.923 vecinos en 1970; 59.340 en 1975; 58.718 en 1981; 57.025 en 1986; 53.482 en 1991; y 50.578 en 1999. El concejo inicio el siglo cayendo por debajo de los 50.000 habitantes y llegó a 2020 sin poder superar la barrera de los 38.000. Actualmente se ha quebrado el listón de los 37.000.

"Pérdida de población y envejecimiento son una combinación muy peligrosa, más si se suma la pérdida de empleos. Estamos en una situación en la que ya no se puede perder más tiempo. Pero aún hay margen para reconducir las cosas". Esta reflexión del alcalde, Aníbal Vázquez, expresada no hace mucho, recoge la inquietud municipal ante el imparable despoblamiento. El Ayuntamiento sostiene que, sin un compromiso firme del resto de administración, la tendencia es incorregible.

Donde más intensamente se percibe el retroceso demográfico es en la zona rural. No se trata de un mal que afecte únicamente a Mieres. El despoblamiento de las Cuencas está dejando los pueblos desiertos. Los valles mineros del Nalón y el Caudal suman más de 650 localidades despobladas, más del 43 por ciento del total de Asturias. Mieres tiene el dudoso honor de ser el municipio asturiano con más pueblos sin vecinos: con más de 260, la mayoría en el valle de Turón.

A nivel regional la cadencia media de lo que va de siglo deja algo más de trece núcleos sin habitantes cada año. El último recuento abordado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) sitúa en la antesala de la despoblación a 4.956 lugares asturianos que tienen menos de cincuenta habitantes.

Suscríbete para seguir leyendo