La atención para "envejecer en casa" son el eje de las ayudas a mayores en las Cuencas

El número de beneficarios de prestaciones para el servicio a domicilio duplica al de usuarios de residencias que reciben apoyo económico

Una pareja de personas mayores sentada en un banco.

Una pareja de personas mayores sentada en un banco. / C. M. Basteiro

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, anunció que uno de los objetivos del Gobierno regional es ayudar a los mayores a "envejecer en casa". "La inmensa mayoría quieren estar en sus domicilios, y en ese camino trabajamos", añadió el lunes, antes de participar en el acto por el Día Internacional de las Personas de Edad. Lo asegura Barbón y lo confirman los datos: una de cada cuatro ayudas que reciben los mayores de las Cuencas están destinadas a que reciban ayuda en su domicilio. Suponen casi el doble de subsidios que los que se conceden para el pago de residencias.

Los datos están recogidos en el Observatorio Asturiano de Servicios Sociales (Observass). A fecha 31 de julio de este año, recibían prestación para el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) en las áreas sanitarias del Caudal y el Nalón –nombradas áreas sanitarias VII y VIII, respectivamente– un total de 1.052 personas. Esta cifra corresponde a los beneficiarios de ayudas del Principado para afrontar el servicio, no a todos los usuarios, que superan los 3.000.

Las ayudas para la Atención Residencial (AT) son casi la mitad: hay 600 personas mayores en las Cuencas que reciben una aportación económica para este servicio. El presidente regional apuntó, en el acto anteriormente citado, que el Gobierno asturianos ha aprendido de "las lecciones de la pandemia". Es por eso que, si bien los centros residenciales no desaparecerán, Asturias apostará por instalaciones "más pequeñas y funcionales" de ahora en adelante.

Los servicios más demandados para "envejecer en casa" también incluyen la teleasistencia. El dispositivo conocido como "medallón"; una suerte de "alarma" que los mayores llevan al cuello para contactar con los servicios sociales o sanitarios en caso de emergencia. Actualmente, reciben prestaciones para acceder a la teleasistencia 525 personas (de nuevo, solo un 15% son hombres). En cuanto a los centros de día, otro apoyo para el envejecimiento activo, reciben prestaciones 377 personas.

Es llamativa la lectura con perspectiva de género de estos datos. En todos los servicios, de media, apenas un diez por ciento de los beneficiarios son hombres. Las razones para esta diferencia son en gran medida demográficas, pero también sociales. El difícil acceso que tuvieron estas mujeres al mercado de trabajo remunerado ha menguado sus ingresos de jubilación.

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