Pequeños bólidos a 90 Km/h

Ciento cuarenta pilotos de todo el país disputan en Mieres la prueba estrella del campeonato de España de automodelismo

David Orihuela

David Orihuela

Cuando Pablo Menéndez era un crío, Sasi Pardeiro, presidente del Langreo Motor Club, compró un par de coches de radiocontrol para que los chavales se divirtiesen en la pista que había en los terrenos que hoy ocupa el polideportivo "Juan Carlos Beiro", en La Felguera. A Pablo le gustó aquello y a su padre también le entró el gusanillo, "así que me compró un coche y hasta hoy", dice el piloto langreano que este domingo podría proclamarse campeón de España de automodelismo en la escala 1:10 TT. La prueba se celebra durante todo el fin de semana en el recinto ferial de Nuevo Santullano, en Mieres.

Un grupo de pilotos con sus mandos de radiocontrol. | D. O.

Un grupo de pilotos con sus mandos de radiocontrol. | D. O. / David Orihuela

Alguien ajeno al mundillo puede pensar que se trata de ver lo que se puede hacer con coches teledirigidos pero la cosa va mucho más allá. El pabellón ferial de Mieres se ha convertido en una auténtica pista de carreras. Alrededor, los equipos trabajan para poner a punto sus coches, pequeñas máquinas que desarrollan una enorme potencia.

Varios coches, preparados para la salida a pista. | D.O.

Varios coches, preparados para la salida a pista. | D.O. / David Orihuela

En la capital del Caudal se dan cita este fin de semana un total de 140 pilotos llegados de toda España. "Es la prueba más grande del circuito nacional y a la que más pilotos acuden; a las que se hacen en otros lugares suelen ir la mitad", explica Daniel Fernández, del Automodelismo Mieres Club, que se encarga de la organización.

Los coches de radiocontrol eléctricos de escala 1:10 competirán en Mieres a lo largo de todo el fin de semana en la categoría de todoterreno para las modalidades de tracción trasera (2WD), tracción total (4WD) y short course (SC). La prueba reina es la centrada en la tracción trasera, que se celebra hoy domingo y en la que tiene grandes posibilidades el langreano Pablo Menéndez.

Los vehículos participantes deben cumplir en cada categoría con unas condiciones específicas de tamaño y potencia. Los jueces son los encargados de verificarlo.

El diseño de la pista de Mieres corre también a cargo de la organización. "Tenemos que cumplir con unas medidas fijas en el ancho de los carriles, pero todo lo demás lo diseñamos nosotros para esta prueba", explica Daniel Fernández. Y apunta: "Eso supone que nadie parte con ningún tipo de ventaja, porque nadie ha corrido antes en esta pista; todos los pilotos están en igualdad de condiciones".

Aquí, como en la Fórmula 1, la normativa lo regula prácticamente todo, así que lo que importa son las manos del piloto. En este caso no se trata de la rapidez para manejar el volante o las levas del cambio de marchas. Tampoco los pedales de freno y embrague. Lo que importa es tener manos para manejar el mando de radiocontrol y vista para trazar la línea más adecuada en la pista. Y para no chocharse con otros coches, claro, porque los impactos y las salidas de pista son constantes: "Hay veces que chocan dos coches y ves cómo se abren los dos por la mitad", relata el organizador.

Ojo, el impacto entre dos minibólidos de estos en una recta no tiene nada de broma. Los vehículos que este fin de semana corren en la pista de Mieres pueden alcanzar los 90 kilómetros por hora sin ningún problema.

El automodelismo tiene mucho de deporte, pero también de juego y de hobby. Junto a la pista hay dispuestas unas enormes mesas en las que los pilotos y sus equipos preparan sus bólidos. Son como los boxes de las grandes competiciones automovilísticas pero a escala, como los vehículos. Los pilotos son también mecánicos, aunque en ocasiones tienen ayudantes e incluso patrocinadores que les ayudan en los desplazamientos.

Asturias está este fin de semana, una vez más, en el punto de mira de los amantes de los coches y la velocidad, aunque en esta ocasión sea a pequeña escala.

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