Un laboratorio que ensayará la vida en la Luna, proyecto para el pozo Santiago

De las galerías del pozo Santiago, en Aller, se extrajeron millones de toneladas de carbón hasta 2018, año en que echó el cierre. A partir de 2025, esas mismas galerías podrían recrear las condiciones de vida en la Luna. Es uno de los proyectos que el Gobierno del Principado, la Universidad de Oviedo y Hunosa presentaron este martes en Oviedo para "dar una segunda vida a los pozos mineros". El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, detalló que los próximos meses irán tomando forma varias iniciativas que se han venido estudiando para recuperar las antiguas explotaciones de carbón, y que en el caso del citado pozo allerano consiste en un proyecto pionero que busca "poner a Asturias en la vanguardia en la investigación aerospacial".

"Lo que vamos a plantear es una actuación singular: un laboratorio de I+D en las antiguas galerías. Una línea de investigación disruptiva relacionada con la industria espacial y que va a estar centrada en la habitabilidad de la Luna", señaló Borja Sánchez. "Es un ámbito en el que actualmente están despuntando proyectos en EE UU y Europa, y en el que, más concretamente, existe una misión internacional, ‘Artemis’, que cuenta con más de 90.000 millones de dólares de presupuesto y que plantea la búsqueda de las tecnologías necesarias no solo para que la humanidad vuelva a la Luna, sino para que allí se asiente una población estable", agregó.

Energías verdes, producción de hidrógeno y centros de datos: así quiere aprovechar el SOMA el agua que sale de las antiguas minas

Es un proyecto en el que el Principado irá de la mano con Hunosa y la Universidad, al igual que en el resto de iniciativas que ayer se anunciaron. La institución académica será la encargada de llevar a cabo el estudio de viabilidad de este laboratorio en el pozo Santiago. "Lo que pretendemos es fijar tanto qué espacio deberíamos de utilizar, como qué equipamiento y qué línea de investigación se seguirá", explicó Borja Sánchez. Y agregó que "sobre la habitabilidad de la Luna está todo por hacer: cómo se genera el oxígeno, el agua...cómo se obtiene la energía, como se cultivan los alimentos... Son cuestiones a desarrollar allí", indicó. La idea es que los resultados de este estudio estén a finales de 2024 para dotar de financiación al laboratorio en el año 2025. Por lo pronto, para el informe se destinarán parte de los fondos de la agencia Sekuens.

No fue este el único proyecto presentado durante el acto. Tanto Borja Sánchez, como el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y el presidente de Hunosa, Enrique Fernández, también pusieron sobre la mesa otras iniciativas para pozos en Aller, Mieres y Laviana.

Borja Sánchez anunció que en el pozo San Jorge, ubicado a lado del Santiago, se darán los primeros pasos para la creación de la "nube asturiana", con la instalación, en la sala de máquinas de la explotación, de un centro de proceso de datos, un nuevo recurso singular "que ofrezca soluciones tecnológicas, garantice la ciberseguridad y posibilite trabajar con inteligencia artificial, big data o el internet de las cosas (IoT) a la Administración". Un proyecto de supercomputación que el rector de la Universidad de Oviedo celebró, ya que "si en investigación estamos al nivel de los mejores centros del mundo, necesitamos ese impulso para el análisis de datos".

En el caso de Mieres, la apuesta es para el pozo Barredo y la bocamina de Mariana, donde, junto a Hunosa y la Universidad, el Principado quiere desarrollar una planta de producción e investigación de hidrógeno verde. Hunosa se compromete a realizar las labores de gestión y drenaje en la mina Mariana para el uso del agua en la producción de hidrógeno.

Borja Sánchez también se refirió a otros dos proyectos para la recuperación de espacios mineros. Por un lado, la instalación de invernaderos bajo tierra y superficies para probar nuevas técnicas de cultivo en el pozo Carrio, en Laviana, dentro del polo de innovación "AgroCarrio". El Consejero –que tuvo un recuerdo durante su intervención para Aníbal Vázquez, alcalde mierense fallecido el pasado noviembre– aseguró que no está olvidada la creación del llamado Centro de Nuevos Materiales proyectado para Figaredo, una actuación sin embargo sobre la que no dio plazos.

Enrique Fernández, recién nombrado presidente de Hunosa, aprovechó el acto para agradecer la labor de su antecesor, Gregorio Rabanal, que fue el mando de la compañía que participó en el desarrollo de las comentadas iniciativas.

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