El ladrón gourmet de la plaza de Mieres: de chorizos y jamones a 20 kilos de almejas

Los comerciantes del mercado de Abastos denuncian robos durante los últimos meses y reclaman al Ayuntamiento que instale cámaras de seguridad

El ladrón gourmet de la plaza de Mieres: de chorizos y jamones a 20 kilos de almejas

El ladrón gourmet de la plaza de Mieres: de chorizos y jamones a 20 kilos de almejas / LNE

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Felipe Dueñas, Sara Martínez o María Sixto son solo tres de las más de media docenas de víctimas de los ladrones "gourmet" de la plaza de Abastos de Mieres. Y es que desde finales del año pasado, los puestos del mercado están siendo objeto de constantes hurtos y robos. Pero los ladrones no se llevan dinero. Optan por chorizos, fabes, chuleteros o, como esta última ocasión, veinte kilos de almejas. Hastos de la situaciñón, los comerciantes reclaman al Ayuntamiento la instalación de cámaras de seguridad en los pasillos del mercado para que, si no se evitan los robos, al menos se consiga detener a estos cacos de fino paladar.

María Sixto ha sido la última víctima de estos ladrones "gourmet". Posee dos puestos en la plaza de Mieres, uno de ellos, una pescadería. Explica que la pasada semana, mientras su pareja estaba trabajando en el camión, fuera del mercado para preparar todo para la apertura, en torno a las seis de la mañana, los ladrones aprovecharon para colarse y llevarse veinte kilos de almejas. "Aunque las puertas están cerradas, el candado queda abierto, así que el ladrón aprovechó para colarse por una puerta y salir por el otro lado de la plaza", apunta Sixto. Puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que rápidamente identificó al ladrón, pero ella se ha quedado sin la mercancía, que tenía un valor de venta al público de unos 800 euros. "La Policía llega hasta donde llega, pero luego si estos ladrones quedan en la calle, pues repiten, y esto viene pasando aquí desde hace varios meses", clama la comerciante, que demanda, al igual que sus compañeros, que el Ayuntamiento ponga remedio. "Aunque tenga cámaras de seguridad o alarma, solo podemos grabar dentro de los puestos, no fuera, por lo que si aprovechan a robar rompiendo la persiana y cogiendo las cosas de los mostradores, no es posible identificar a los ladrones", apunta.

Sara Martínez, en su puesto de la plaza, en el mostrador que le robaron la primera vez. | A. Velasco

Sara Martínez, en su puesto de la plaza, en el mostrador que le robaron la primera vez. / A. Velasco

Eso fue lo que le pasó a Sara Martínez, responsable de "Date el gusto", un negocio de productos delicatessen. Y vaya si los ladrones se lo dieron. En su caso le robaron dos veces, a finales del año pasado: "primero me rompieron la persiana, con la plaza cerrada, y se llevaron todo el mostrador: chorizos, morcillas, fabes... arramplaron con todo", señala. En una segunda ocasión, le levantaron otra de las persianas, y desde la calle se hicieron con los chorizos que tenía más cerca de la puerta. Tiene cámaras de seguridad, pero al solo poder grabar en el interior del negocio, de nada sirvieron. De hecho, apunta, "la pasada semana intentaron robar otra vez, pero alguien los vio y los espantó". "Lo que queremos es que el Ayuntamiento haga algo, porque nosotros no podemos hacer más ya", señala esta otra víctima de los ladrones.

María Sixto, con una bolsa de almejas en su pescadería. | A. Velasco

María Sixto, con una bolsa de almejas en su pescadería. | A. Velasco / A. Velasco

Otra de las víctimas que charlaba con este diario era Felipe Dueñas. Tiene una carnicería divida en dos puestos, uno enfrente del otro. Y en los dos sufrió robos, superando más de 2.000 euros en mercancía. "Todo el mes de diciembre, cada domingo, nos llevaron cosas", apunta. Siempre al cerrar la plaza. "Empezaron por el pequeño, rompiendo la persiana y llevándo toda la mercancía que podían", señala. Tras tres robos, reforzaron de tal forma la persiana que se hacía imposible de abrir. Entonces, explica Dueñas, saltaron a su otro puesto. "Fue el día de Nochevieja. Aprovecharon a las cuatro de la tarde, cuando habían cerrado los puestos y se estaba limpiando la plaza, para agarrar el vano y abrir hueco suficiente para colar dentro a un menor que empezó a pasarles a sus compinches jamones, embutidos y todo lo que encontró", explica el carnicero. Tal impunidad sentían, apunta, a que el menor estaba "echando un pitu" mientras nos robaba. Ese día, las cámaras que si pueden grabar dentro filmaron el robo. Además, Felipe Dueñas llegó a su puesto porque la alarma saltó, y cogió al menor todavía dentro, abandonado por sus compinches. "La Policía vino, pero el chaval era menor y no se podía hacer nada", apunta, para quejarse: "lo que tienen que hacer es grabar a los jefes de la banda, porque estoy seguro de que es un grupo organizado que sabe perfectamente como funciona la plaza y nuestros horarios". Así, como las otras víctimas, también reclama cámaras: "es la única solución, no pedimos un guardia de seguridad, solo cámaras en los pasillos para poder atrapar a los ladrones", señala.

Una panadería a la que robaron la amasadora y al menos otras dos carnicerías fueron víctimas en el último medio año de estos ladrones de pico fino. Los comerciantes esperan que el Ayuntamiento les de respuesta, porque están hartos. "Si no hay solución, seguirán impunes", zanjan.

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