Habla el dueño del rottweiler que atacó a una niña de dos años en Blimea: "Estamos destrozados; pedimos mil veces perdón"

El propietario del can asegura que se deshará del animal, que se escapó del chalé: "El sentimiento de culpa es terrible, no quiero verme en otra así"

Un coche de la Guardia Civil, este domingo, en el lugar del ataque.

Un coche de la Guardia Civil, este domingo, en el lugar del ataque. / D. M.

«Estamos destrozados y no sabemos cómo pedir perdón". Así describía este domingo su estado de ánimo el dueño del perro de raza rottweiler que el sábado atacó a una niña de apenas de dos años en el pueblo de Villaldad (San Martín del Rey Aurelio). La menor está hospitalizada en el HUCA con profundas heridas en su pierna derecha, aunque sin lesiones irrecuperables. Lo que ya no tiene solución es el tremendo susto que llevaron las dos familias implicadas, la de la niña, primordialmente, pero también los dueños del perro.

El propietario del animal estaba este domingo literalmente destrozado. Al mediodía aceptó atender a LA NUEVA ESPAÑA en la puerta de su chalé, a unos pasos de donde todo sucedió. Por momentos, el llanto le impidió explicarse: «El sentimiento de culpa es terrible. Estamos destrozados y no sabemos cómo pedir perdón».

Más allá del grado de imprudencia que hayan podido cometer los propietarios del animal y que la investigación iniciada por la Guardia Civil determinará, lo sucedido en el pequeño pueblo de Villalad ha tenido un componente de mala fortuna. La familia propietaria del perro vive en una casa con altos cierres metálicos situado junto a la carretera. La familia de la niña herida tiene su hogar unos cuantos cientos de metros por encima. El sábado, al mediodía, abuela y nieta estaban dando un tranquilo paseo por la calzada. En el trayecto se encontraron con dos vecinos ya jubilados, y la mujer se puso a charlar amigablemente con ellos. En un momento dado, se percataron de que el perro se había escapado de su casa: «Una ráfaga de viento debió de entreabrir la puerta de acceso a la finca y se escapó», explica su propietario.

En ese momento solo estaban en la vivienda los dos hijos de los dueños, de 6 y 11 años. «Estaban jugando en casa y no se dieron cuenta de nada». En cuestión de segundos la fatalidad envolvió la plácida mañana primaveral en Villalad. 

Tras el ataque, la niña fue trasladada directamente al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde permanece ingresada. «El mordisco que llevó fue importante, pero por suerte solo cogió carne», subrayan los vecinos. En Villalad, pueblo situado muy cerca de Blimea, no se hablaba este domingo de otra cosa. Los coches se paraban en la carretera para preguntar a los vecinos qué había sucedido. La Guardia Civil también estuvo en el pueblo recabando información.

Los propietarios del perro pasaron el día llorando. «Nunca había hecho algo parecido, no encontramos explicación», indica el propietario. En el momento del ataque, el propietario del animal estaba trabajando y su mujer se encontraba por los alrededores, pero fuera de la vivienda. «Cuando me llamaron, me quería morir. No quiero quitar importancia a lo sucedido, que ha sido terrible, pero no quiero ni pensar en que la cosa hubiera acabado aún peor. Nos gustaría poder reparar lo sucedido; pedimos mil veces perdón, si bien entendemos que a nuestros vecinos eso puede ser que no les baste, que no sea suficiente», transmitió la familia. 

Culpabilidad

Los dueños del perro que atacó en Villalad a la niña de dos años hospitalizada en el HUCA son una familia muy conocida y apreciada en Blimea. En el chalé de donde es escapó el animal, ayer todo eran lágrimas y lamentos. Los nervios estaban a flor de piel. «Nos quedará para siempre el sentimiento de culpabilidad. Estamos destrozados y no sabemos cómo pedir perdón», señala el propietario del can. Espera que con el paso del tiempo y la recuperación de la pequeña «nos puedan perdonar».

El rottweiler que atacó ferozmente a la niña se encuentra tras el suceso en cuarentena. La familia aún no ha decidido qué piensa hacer con el animal cuando se lo devuelvan, pero su dueño tiene claro que piensa deshacerse del animal: «No pienso verme en otra así jamas», subraya tajantemente.

La actual normativa estatal reconoce ocho razas de perro como potencialmente peligrosas, entre las que está el rottweiler. Las otras son el pit bull terrier, staffordshire bull terrier, american staffodshire terrier, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu y akita inu.

Los ataques de perros a niños han deparado en los últimos años graves tragedias. Entre los casos contabilizados, figuran un pequeño de dos años mordido por un pitbull propiedad de la familia del menor en Pazos de Borbén (Pontevedra), en 2010, y otro de tres años también herido por un pitbull en Santa Cruz de Tenerife ese mismo año. Desde entonces, se han contabilizado en España más de una veintena de ataques de perros con resultado de fallecimiento.

En el caso de la raza rottweiler, no se la considera un animal especialmente peligroso «siempre que esté bien educado, algo que por desgracia no siempre se cumple», explica un veterinario especializado en perros. «El problema es que se trata de una de las razas más fuertes y poderosas debido a su gran potencia de mordida», apunta este experto.

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