Alejandro Rebollo, el "Quijote" que soñó la variante

No lo pudo ver. Alejando Rebollo Álvarez-Amandi falleció en 2015 sin ver los trenes atravesando los túneles de la variante ferroviaria de Pajares, esa gran obra que él soñó, impulsó y defendió y que ahora es una realidad. "Nos hubiera encantado que hubiese visto como el AVE llegaba a Asturias", dijo su hija Belén, en la tarde de ayer, en la estación de tren de Pola de Lena. Una placa recuerda allí, a pie de andén, a quien fuera presidente de Renfe entre 1980 y 1982. "Desde todos sus puestos como servidor público luchó siempre por su gran obsesión, que no era otra que conectar Asturias con la meseta y que la región dejase de estar aislada", aseguró su hija. La familia agradece el tributo que le rinde Lena: "Es de justicia reconocer su legado".

Los hijos de Rebollo se reunieron ayer en Pola de Lena para recordar al padre de la variante ferroviaria de Pajares. Alejandro, María José, Belén e Ignacio –Teresa Rebollo no pudo asistir– pudieron leer lo que a partir de ahora leerán los viajeros que pasen por la estación lenense: "Para que las cosas ocurran, primero alguien debe imaginarlas. Los túneles que Alejandro Rebollo vislumbró en 1980 como presidente de Renfe, hacen hoy realidad la variante de Pajares. En memoria de Don Alejandro Rebollo Álvarez-Amandi. Pola de Lena, 19 de abril de 2024".

El primero el leer el texto el voz alta fue el presidente del Principado, Adrián Barbón, que recordó que uno de esos túneles de la variante ya lleva el nombre de quien también fuera diputado del Centro Democrático y Social (CDS), "pero había que hacer algo en una estación en un momento emotivo y lleno de cariño para que el nombre de Alejandro Rebollo no se pierda nunca en la historia de Asturias y permanezca en nuestra memoria para siempre", dijo Barbón.

El presidente regional comparó al político suarista de los años 80 con Alonso Quijano, el héroe cervantino de las causas justas. "Que pudiéramos inaugurar el 29 de noviembre de 2023, una fecha sagrada en la historia de Asturias, la variante de Pajares, fue gracias al empuje de una persona que, como el Quijote y Sancho con los molinos, hizo ver que aquellos no era gigantes, como se veían en aquel momento". Así explicó Barbón cómo Rebollo soñó y vislumbró esos túneles, cómo durante años defendió que la obra era posible y cómo "fue capaz de que esa idea no muriera y prendiera en la sociedad asturiana, a la que representó como parlamentario durante dos legislaturas (1986-1993).

Rebollo fue activo dirigente de la UCD; fundador y presidente del CDS en Asturias; director general de Correo y también de la Vivienda; abogado defensor de Julián Grimau, dirigente comunista y último reo ejecutado por el franquismo bajo la acusación de presuntos delitos cometidos durante la Guerra Civil; íntimo colaborador de Adolfo Suárez, y amigo personal tanto de Juan Carlos I como de Felipe VI. Desde ayer, una inscripción recuerda a los viajeros del ferrocarril que sin su lucidez y su combatividad probablemente hoy no habría alta velocidad ferroviaria en Asturias.

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