La Fiscalía eleva a 29 años de cárcel su petición de condena a Senén Fernández por asesinar a su mujer, Teresa Aladro, en Laviana

La acusación popular se suma a la particular y solicitan 37 años de prisión

La defensa del acusado pide solo un año de reclusión, el abogado del Estado 29

El acusado, a la izquierda, conversa con su abogado el inicio de la sesión de este viernes en el juicio por el asesinato de Teresa Aladro.

El acusado, a la izquierda, conversa con su abogado el inicio de la sesión de este viernes en el juicio por el asesinato de Teresa Aladro. / L. P.

El ministerio fiscal ha elevado su petición de condena a Senén Fernández hasta los 29 años de prisión por los delitos de asesinato con concurrencia de allanamiento de morada(para los que pedía en principio 27 años) y a los que ahora suma dos años más por dos delitos de malos tratos en el ámbito familiar. 

Es la calificación final a la que se ha dado lectura en la última sesión de la vista oral por la muerte de la lavianesa Teresa Aladro, antes de que el jurado popular dicte sentencia sobre la culpabilidad o no del acusado y marido de la víctima. 

La acusación particular ejercida por Ana García Boto eleva esta petición hasta los 37 años de cárcel, por los delitos de asesinato, allanamiento de morada, acoso, maltrato en el ámbito familiar y tenencia ilícita de armas. Es la misma petición que hoy ha asumido la acusación popular ejercida por Abogadas por la Igualdad, que en principio pedía 27 años de cárcel y hoy ha decidido modificar su calificación.

El abogado del estado se suma a la petición de la Fiscalía (29 años) y la defensa sigue manteniendo la pena de un año por homicidio imprudente.

Con la práctica de las últimas pruebas documentales este jueves, el juicio ha entrado en su fase final. La sesión de hoy se está dedicando a la redacción y exposición de las conclusiones de las partes: lo que cada una de ellas considera que ocurrió aquel fatídico 20 de mayo de 2021, en el portal número 3 la calle Puerto de Tarna de Pola de Laviana.

La recreación del crimen de Teresa Aladro que desmonta la defensa de su marido: así es el vídeo de los especialistas de la Guardia Civil

Guardia Civil

Este jueves las diversas pruebas documentales que se practicaron pusieron en evidencia la trágica culminación de los problemas conyugales en el matrimonio formado por Senén y Teres. Un rosario de quejas, reproches y actuaciones que acabaron de la peor manera posible: "Mi padre, que mató a mi madre".

Estas palabras, pronunciadas entre lágrimas pero del tirón, sin lugar a la duda, son las que el hijo de la pareja, Adrián, acertó a decir a los operadores del servicio de emergencias del 112 tras hallar el cuerpo tiroteado de la mujer. Un testimonio muy duro que ayer se pudo escuchar en la sala de vistas, y que constituye una prueba evidente de lo que pasó en el piso de la calle Puerto de Tarna en el que Teresa vivió sus momentos finales.

En la sesión se reprodujeron las grabaciones de ese momento de caos y rabia, tras cometer presuntamente Senén el crimen y regresar a su casa para anunciar al hijo que había acabado con su madre. Adrián salió despavorido al domicilio en el que residía Teresa tras la separación, propiedad de su abuelo, encontró el cadáver y avisó a sus tíos, que hicieron la llamada a emergencias. En medio de mucha confusión, con gritos de fondo y lloros, la cuñada de Teresa dio las primeras indicaciones. Y luego sería Adrián quien, a preguntas del operador sobre lo sucedido, no dejó lugar a la duda: "Mi padre, que mató a mi madre".

El joven pasó buena parte de la sesión de este jueves aguantándose las lágrimas al revivir un episodio dantesco, mientras su progenitor, el autor de los disparos que mataron a su madre, se tapaba los oídos con las manos en un intento de no escuchar las pruebas.

Lo hizo con la llamada al 112 y con todos los audios y mensajes de Whatsapp que el jueves se reprodujeron en la vista, algunos más largos y otros de menos duración, pero todos con el mismo contenido y significado. Un retrato de una situación vital dura narrado a través de la voz de Teresa Aladro, dirigiéndose fundamentalmente a sus amigas para hacerlas partícipes de que había tomado la decisión de romper el matrimonio porque "no aguantaba más".

"Ya hablé con Senén, le dejé las cosas bien claras, marché de casa el martes", contó a una de sus íntimas en marzo de 2021. "Las cosas se torcieron, él va para Llanos, nunca está conmigo. Cuando murió mi madre desapareció el apoyo de él. Le parecía mal que fuera a Caleao a ver a mi familia, tiene celos de allí, y un día me enfadé y me fui. Le dije a Adri que vamos a intentar seguir sin relación, como adultos normales, sin llevarnos mal, pero él, qué va, cada día a peor. Adri está pasándolo fatal porque todos los días reñimos", narró Teresa Aladro de viva voz a una amiga.

"Lo rompiste, lo rompiste y ya no hay más solución", afirmaba la víctima hablando de la relación con su marido, y antes de explicar en otra conversación que "cogí y me fui, y ahora estoy más tranquila. Pero él está agobiando a Adri y agobiándome a mí, hay cosas que hace mal y no me gustan. Quiere hacer cosas pero yo sólo quiero que me deje tranquila; que le vaya bien en su casa y a mí en la mía, pero ya le he dicho que no voy a volver, que no y que no, ya no más, ya no quiero volver a eso".

Todos los audios que se reprodujeron este jueves apuntan en esa misma dirección, con una Teresa Aladro segura de su decisión, con el firme propósito de empezar una nueva vida en solitario y dolida por la actitud de su marido hacia ella, especialmente desde el fallecimiento de su madre. "Todo lo que yo hice por él, todo lo que fui a Llanos, y él sólo me echa en cara. Tú me abandonaste hace años, ahora qué quieres, dónde estabas cuando murió mamá, me abandonó y me lo tuve que comer todo sola", se escucha en otro audio, en el que también revela su intención de llevar las cosas de la mejor manera posible, ofreciéndose incluso a ser su amiga y a ayudarlo hasta que Senén mejorara su situación, pero sin retomar la relación de pareja.

En las muchas conversaciones reproducidas, se pone de manifiesto la preocupación de la víctima por su hijo, al que repite en muchas ocasiones "hijo mío, te quiero, te quiero muchísimo". En aquellos momentos, denunciaba a sus amistades cómo Senén pagaba su frustración por la ruptura con el chaval, al que impedía ir con su madre y amedrentaba con amenazas de suicidio. También habla la mujer de cómo Senén vendió un toro y no metió el dinero en la cuenta conjunta, de cómo ella se fue de casa sin nada, de cómo se pasaba el tiempo controlando dónde estaba o dónde aparcaba "porque tiene metido en la cabeza que tengo otro hombre conmigo", o de la certeza de que, si volvía al piso a recoger algún enser, "no de me deja marchar, eso como que me llamo Teresa".

Las comunicaciones se intensificaron en las fechas próximas al crimen, con constantes intentos de Senén por establecer conversación, y con el temor constante de que a Adrián pudiera sucederle algo estando con su padre. "Me lo está volviendo loco, y eso no, no lo voy a permitir", zanjó Teresa Aladro en una ocasión.

Finalmente, nada pudo hacer la lavianesa para evitar un trágico final que ha sido reconstruido por la Guardia Civil con varias animaciones que reproducen la que consideran la única versión posible del crimen, y que desmonta la versión ofrecida por la defensa del acusado. Según los expertos de la Guardia Civil, no hay duda: Aladro no llegó en ningún momento a tocar el arma, no pudo defenderse, y queda descartada la tesis de un accidente.

Tratamiento

Teresa Aladro tenía claro que se quería separar de Senén Fernández, quien a la postre acabaría convirtiéndose en su verdugo. Así lo dejaron claro las psiquiatras que atendieron a la mujer, primero en una clínica privada y después en el servicio de salud mental del Sanatorio Adaro.

La primera en declarar fue la psiquiatra Teresa Pérez Espinosa, quien atendió a la víctima en su clínica de Lugo de Llanera por primera vez en abril del año 2017. Por entonces, la mujer tenía 44 años, y su hijo Adrián, 16. «Me relató su situación personal, con cuadros de ansiedad y episodios de angustia desde joven», relató la doctora. Explicó que Teresa Aladro también tenía trastornos en el ámbito alimentario derivado todo ello de una situación que venía sufriendo desde hacía seis años en aquel momento. 

Fue de aquella cuando la relación con Senén se habría empezado a deteriorar, según la fallecida le contó a la psiquiatra por «la muerte de su padrino». De él habría heredado fincas y ganado en Aller. Teresa habría contado cómo «se va por la mañana, con las vacas, y pasa todo el día fuera; la relación empezó a ir cada vez peor por ello». De hecho, llegó a manifestar a la doctora lo insostenible que se estaba volviendo para ella la situación. «No puedo con la vida, no me suicido por el mi fíu», le confesó en una sesión.

Según Pérez Espinosa, la preocupación de Teresa Aladro era «mejorar, quería estar mejor para separarse». Y de esa forma poner fin a años de incomprensiones de su marido y su familia política, de la que aseguraba que «no la entendían, ella quería estar en Caleao con su familia», amén de manifestar su preocupación por su hijo, entonces adolescente. 

Si Teresa no materializó antes la separación fue porque no tenía recursos económicos, sostuvo la psiquiatra, quien atendió a la mujer durante todo un año. En total fueron doce consultas en las que salió a relucir la sensación de «absoluto abandono» que sentía la víctima. 

Tras experimentar una ligera mejoría, fue derivada al servicio de Salud Mental del Sanatorio Adaro. Allí fue atendida por otra psiquiatra que también declaró ayer y que volvió a relatar episodios de dominación, hablando de que la víctima refería cómo su marido era «muy posesivo».

«Presentaba un trastorno mixto ansioso depresivo y un problema de relación de pareja. Fue la relación con su marido la que agravó la situación y la hizo insostenible», ratificaron las profesionales. La segunda psiquiatra insistió en el hecho de que el marido era muy posesivo y en que ella estaba esperando a resolver problemas económicos para poder poner fin a la relación.

Con la práctica de las pruebas documentales de ayer, el juicio entra en su fase final, que dedicará la sesión de hoy a la redacción de las conclusiones de las partes. La representación de Senén Fernández sostiene que se trató de un homicidio imprudente por el que debería ser castigado con un año de prisión.