El jurado declara por unanimidad a Senén Fernández culpable del asesinato de su exmujer, la lavianesa Teresa Aladro

Se enfrenta a una pena de entre 22 y 37 años de cárcel

Senén Fernández se cubre el rostro con las manos en la sesion en la que se conoció el veredicto.

Senén Fernández se cubre el rostro con las manos en la sesion en la que se conoció el veredicto. / L. M. D.

El jurado ha dictaminado por unanimidad este miércoles que Senén Fernández es culpable del asesinato de su exesposa, la lavianesa Teresa Aladro, que murió en 2021 tras recibir dos disparos de escopeta. También considera a Fernández culpable de los delitos de allanamiento de morada y maltrato en el hogar, tanto a su exmujer como a su hijo. Se manifestaron en contra, también por unanimidad, de que Fernández reciba en un futuro el indulto o beneficios penales. Se enfrenta a una pena que puede ir de los 22 a los 37 años de cárcel y que se determinará en la sentencia judicial definitiva.

En su veredicto, el jurado expuso que, según las pruebas aportadas en el juicio, el acusado reconoció los hechos en el momento en el que se produjeron y no dijo nada de que la escopeta se disparó de forma accidental cuando Teresa Aladro trataba de arrebatársela cuando él amenazaba con suicidarse, una versión que dio en una declaración posterior y en el juicio.

También destaca el jurado las pruebas forenses que descartaron que ella se defendiese o tocase arma. Y considera que las pruebas balísticas fueron concluyentes, ya que no hay otras trayectorias factibles. Ven plausible la reconstrucción de la Guardia Civil. Creen que no hay constancia de una ideación suicida por parte de Fernández, ni un tratamiento médico en aquella época que evidencie que quisiera suicidarse.

Los miembros del jurado también hicieron hincapié en que no ayudó a la víctima y eso no impidió que guardara y limpiase el arma. No trató de auxiliar a Teresa ni dio aviso y el jurado sostiene que, en caso de tratarse de un accidente, sí lo hubiera hecho. Resaltan, además, que quedó acreditado que el telefonillo del portal no funcionaba (Senén Fernández afirmó que fue su exmujer quien le abrió la puerta). Fernández tenía prohibido tener llaves del piso.

Ven verídicos los miembros del jurado los testimonios de familiares y amigos de Teresa Aladro que explicaban que "la acosaba, no dejaba que saliese y le hacía chantaje emocional". También remarcan el elevado número de llamadas y mensajes de teléfono, incluso ya separados. Y que Aladro tuvo dejar de trabajar en la piscina de Caso porque su pareja no quería. Para el jurado, Fernández causó la muerte de la muerte de su exmujer por un sentimiento de posesión. A su juicio, las pruebas indican que hubo maltrato psicológico en el hogar de forma continuada y que, además de que modificó su versión de los hechos, su hijo tuvo que presentar una demanda para recibir la pensión de manutención. La familia paterna se desentendió al colaborar el hijo de la víctima con la investigación, añaden.

En el juicio se recreó con detalle lo ocurrido en la madrugada del 20 de mayo de 2021 en Pola de Laviana, donde el asesino y su todavía esposa residían en viviendas separadas.

Esa noche Senén Fernández le quitó a su hijo Adrián las llaves de casa de su madre sin que el chaval, que entonces tenía 20 años, se enterase. Cogió su furgoneta y con una escopeta vieja fue a casa de Teresa Aladro. Él dice que fue ella quien le abrió la puerta después de hablar diez minutos por el telefonillo. Eran las tres de la mañana y en el juicio quedó claro que el portero automático estaba esos días estropeado. Senén subió a la vivienda y asesinó a Teresa. El hombre volvió a su casa y le dijo a su hijo: "He matado a tu madre". Adrián es incapaz de olvidar "la cara de satisfacción y orgullo" de su padre al comunicarle tal barbaridad. El joven salió corriendo y llegó a casa de su madre. La encontró muerta en un charco de sangre. Llamó a sus tíos. Su tía llamó al 112 y en las grabaciones se escucha a Adrián decirle al operador: "Mi padre, que mató a mi madre".

La recreación del crimen de Teresa Aladro que desmonta la defensa de su marido: así es el vídeo de los especialistas de la Guardia Civil

Guardia Civil

El hermano de Senén, que no ha querido declarar en el juicio –se supone que para no hacerlo contra su propio hermano o para no tener que mentir manteniendo la teoría del accidente–, lo subió a su coche y se dirigió al cuartel de la guardia Civil de Pola de Laviana. El hombre se metió incluso en dirección contraria, y fue precisamente en ese momento cuando se encontraron con una patrulla de la Benemérita que ya iba camino de casa de Teresa tras la llamada de la familia al 112. "Nos encontramos con un coche en dirección contraria que nos dio las luces, era el hermano del acusado y el propio acusado, el hermano nos dijo que Senén acababa de matar a la mujer y que iba al cuartel a entregarlo", relataron los dos agentes que detuvieron al hombre y fueron con él a casa de la víctima. En el coche repitió en varias ocasiones que había matado a su esposa, en ningún momento, según los agentes, habló de un accidente ni de un intento de suicidio.

En ese punto comenzó el trabajo de los expertos que determinaron cómo ocurrieron los hechos y que durante la semana pasada desmontaron uno a uno los argumentos de la defensa.

La muerte de Teresa Aladro fue rápida. Se produjo tras el primer disparo, efectuado de frente, a una distancia de entre 40 y 60 centímetros y que le destrozó el hígado. La bala, una vez dentro de su cuerpo, marcó un reguero de muerte segura: tras entrar por la parte abdominal, chocó contra dos vértebras lumbares y cambió de trayectoria, subió y salió por la parte de atrás de la escápula izquierda. Antes, dañó un pulmón y el corazón. Sólo con este disparo, la mujer ya no habría tenido salvación y habría quedado del todo imposibilitada para defenderse de su agresor. El segundo disparo se produjo aún más cerca, a una distancia de no más de 40 centímetros, y en este caso el proyectil entró por detrás. "La víctima volteó, giró, y la bala entró por la parte posterior del hemitórax derecho y salió por la cara anterior del hombro izquierdo, cuando estaba en un plano inferior al agresor", ratificaron las forenses que se encargaron del análisis del cadáver. Lo hicieron, además, mostrando fotografías de los impactos de bala en el cuerpo de la víctima que hicieron conmoverse hasta las lágrimas a su hijo Adrián, presente en la sesión como público.

Disparos

Los expertos dejaron claro que Senén Fernández le pegó un tiro a Teresa y la remató por la espalda con un segundo disparo. La teoría de que ella cogió el cañón de la escopeta cuando él, arrodillado, iba a suicidarse, quedó anulada al no encontrarse ni quemaduras en las manos de la mujer, ni restos de pólvora ni restos de ADN en el arma.

De lo que sí encontraron pruebas fue de un acoso prolongado en el tiempo. En el sumario hay hasta 73.000 páginas de documentación en formato "pdf" con todas las comunicaciones, conversaciones y consultas en internet realizadas por Senén antes del crimen. En el juicio se escuchó el testimonio de las psiquiatras que trataron a Teresa, en una clínica privada y en el Sanatorio Adaro, en Sama. La mujer llegó decirles: "No me suicido por el mi fíu". Las amigas de la víctima relataron el calvario que vivió durante años y que llevaba desde 2017 pensando en el divorcio.

En la sala se escuchó la voz de Teresa, se escucharon los mensajes en los que solo pedía tranquilidad para ella y su hijo. Esa voz que dos disparos no lograron apagar. Senén Fernández mató a su mujer, pero no acabó con Teresa Aladro, porque su nombre se ha convertido en símbolo de lucha contra la violencia machista.

El ministerio fiscal elevó su petición de condena a Senén Fernández hasta los 29 años de prisión por los delitos de asesinato con concurrencia de allanamiento de morada (para los que pedía en principio 27 años) y a los que sumó dos años más por dos delitos de malos tratos en el ámbito familiar. 

La acusación particular ejercida por Ana García Boto elevó esta petición hasta los 37 años de cárcel, por los delitos de asesinato, allanamiento de morada, acoso, maltrato en el ámbito familiar y tenencia ilícita de armas. Es la misma petición que asumió la acusación popular ejercida por Abogadas por la Igualdad, que en principio pedía 27 años de cárcel y decidió modificar su calificación. El abogado del estado se sumó a la petición de la Fiscalía (29 años) y la defensa, que pedía inicialmente, la pena de un año por homicidio imprudente, tuvo que elevarla este miércoles hasta un máximo de 20 años al haber un veredicto de culpabilidad por asesinato y dos más por el resto de delitos.