Roberto García, alcalde de Langreo: "El agua es el oro del futuro y nosotros vamos a defender la nuestra hasta el final"

"La zona de la obra del soterramiento es una plantación de ortigas, con el Adif el crédito se ha consumido"

Roberto García, en su despacho.

Roberto García, en su despacho. / M. Á. G.

Miguel Á. Gutiérrez

Nadie diría, si se pasa por el despacho de la Alcaldía de Langreo, que su ocupante apenas lleva un año en el cargo y pocas semanas más metido en política. Roberto García (IU) –que asegura estar acostumbrado a atender a la gente y a gestionar problemas, como hizo previamente en su etapa como párroco de Ciaño– se maneja con soltura para revisar documentos, concretar la siguiente visita institucional y atender las llamadas y mensajes de los tres teléfonos repartidos por la mesa. Se muestra tranquilo, argumenta con pausa y prefiere tirar de ironía para apaciguar la indignación cuando alude a temas enquistados, como el retraso de la obra del soterramiento de las vías de Feve. 

-Ha pasado un año desde su elección como alcalde, ¿era como esperaba? 

-Un vecino me preguntó hace poco si me arrepentía de haber dado el paso de entrar en política. No me arrepiento por lo que supone de gestionar, atender a la gente y buscar soluciones a los problemas, porque es algo que he hecho siempre, desde otro lado. Pero tengo muy presentes todos los días las primeras palabras que me dijo Carmen Arbesú (alcaldesa saliente del PSOE) cuando nos reunimos para hablar del relevo: «Roberto, vas a dedicarle mucho tiempo a esto y se lo vas a quitar a tu familia». Fue el mejor consejo que recibí en este tiempo. Las horas que pierdes de estar con tu familia no te lo compensa nada. Puedes sentirte muy realizado trabajando por los demás, pero te estás perdiendo ver crecer a tus hijos y compartir más tiempo con tu mujer. Es lo que peor llevo de haber dado el paso, aunque volvería a darlo porque, sinceramente, creo en el proyecto que estamos desarrollando y en el equipo que tenemos para dar a Langreo el cambio que necesita.

-¿Le paran mucho por la calle para plantearle problemas o pedirle favores?

-Muchas veces, aunque a eso estoy acostumbrado. Cuando estaba en Cabrales, a las siete de la mañana me levantaba para ir a la cuadra y a las siete y cuarto ya tenía gente allí para apuntar un aniversario o encargar una misa. Ahora me pasa lo mismo cuando voy por la calle. Y Langreo es así. Aquí la gente te dice las cosas, sea para bien o para mal. No se corta y yo creo que las personas tienen que ser así. Tú estás aquí para hacer un servicio y para trabajar por los langreanos. La gente puede decirte si cree que lo estás haciendo bien o mal y eso no tiene que molestarnos. Tiene que darse en un marco de educación y de saber decir las cosas. Y a veces no puedo pararme porque llego tarde a alguna reunión o estoy con mis hijos en el parque. Pero tengo que decir que hasta ahora no me he sentido incómodo en ninguna conversación.

-La «guerra del agua», tras la apertura de un expediente por parte de la Confederación Hidrográfica para reducir la concesión de agua de Langreo, ha marcado estos primeros meses de mandato, ¿cómo está el proceso?

-Estamos esperando una respuesta a las alegaciones y no voy a engañar a nadie. El tema está complicado y tenemos que lucharlo. La población tiene que empezar a moverse para defenderlo. El agua es el oro del futuro. O lo defendemos o vamos a perder parte de nuestro futuro. ¿Qué podemos ofertar como concejo? El carbón y la siderurgia se acabaron e Iberdrola se nos va. Nos queda la Bayer, la empresa de cerámica y algunas naves repartidas por los polígonos que están trabajando con buenos resultados por cierto. Si ahora nos cierran el grifo, ¿qué empresas van a venir a instalarse aquí? Estamos pendientes de la instalación de una lavandería industrial y de todo un complejo sociosanitario que puede ser un gran revulsivo para todo el Valle y necesitamos agua también para las viviendas que puedan ocuparse a futuro. Vamos a defender ese agua hasta el final, no solo en los despachos o en los tribunales llegado el caso. También debemos hacerlo en la calle y tenemos que estar todos unidos. 

-Esa «guerra del agua» también dinamitó el PSOE local, ¿cree a los ahora ediles no adscritos cuando dicen que no sabían nada o a la exalcaldesa de Langreo cuando lo niega?

-Es algo a lo que no puedo contestar. Con Carmen tengo buena relación y Torre es un paisano con el que he compartido muchas cosas, incluso antes de ser político. Para mí los dos son personas honorables, muy respetables. Y sobre el proceso interno en el PSOE que ha llevado a todo esto no puedo opinar porque lo desconozco.

-La FSA ha declarado tránsfugas a los ediles no adscritos y ha instado a IU a no pactar con ellos, ¿lo harán?

-Desde que llegamos al Ayuntamiento hemos estado dispuestos a llegar a acuerdos y dialogar. Nosotros vamos a presentar nuestros proyectos. Los concejales no adscritos han sido elegidos por el pueblo de Langreo. Y si están a favor de las medidas que propongamos no vamos a retirarlas. Nosotros no somos los que nos tenemos que retratar en esa foto.

-¿Han recibido alguna indicación de la dirección regional de IU sobre cómo proceder?

-En absoluto.

-«Langreo Río» es el gran proyecto regenerador del concejo, ¿hay negociaciones con Duro para hacerse con los terrenos de la antigua Felguera Melt?

-Ahora mismo la negociación está en suspenso porque ha habido un cambio en la presidencia de Duro, pero ya estamos moviendo ficha para ver cómo podemos retomar las conversaciones. Llevan el nombre de La Felguera y tienen una responsabilidad social corporativa con Langreo. No pueden olvidar sus raíces. Tienen un compromiso con nosotros y debe verse, aunque no sea con un proyecto empresarial. También puede ser con un compromiso de índole social. «Langreo Río» es un proyecto fundamental para nosotros porque va dentro de nuestra idea de ciudad. Hay muchos trámites que están en marcha, aunque tengo que decir que la burocracia a veces nos vuelve locos. 

-¿De qué forma?

-La cantidad de vueltas que hay que dar para hacer cualquier cosa es tremenda. Las cosas van muy lentas para mi gusto. Cuando ves algo que debes arreglar hay que preparar antes un informe de necesidad, una reserva de crédito... echas la vida. Para hacer cualquier cosa, un mínimo de quince días no te los quita nadie. La burocracia nos come. Habría que cambiar eso porque los servicios a los ciudadanos llegan tarde y transmitimos una imagen de desidia cuando no es así.

-¿Les ha detallado Iberdrola qué planes tiene para los terrenos de la térmica?

-Nosotros planteamos la posibilidad de poner allí la subestación y también estamos pendientes de los proyectos que nos presenten. Digo yo que con el dinero que ha ganado el año pasado podría invertir algo en Langreo. Hay un buen acuerdo sobre los terrenos de Nitrastur para instalar la lavandería, pero deben tener presente que en Langreo necesitamos puestos de trabajo. A ver qué nos ofertan. Sería lo mínimo. Hay otras provincias en las que han hecho grandes inversiones. También está el proyecto de la planta de paneles solares con Exiom, que va excesivamente lento. Y a ver si se cumple ese compromiso que había de contar con los extrabajadores de Vesuvius. Yo así lo espero.

-¿Y a Hunosa, que le pide?

-La principal petición es que nos siga tratando como un concejo donde se pueden crear puestos de trabajo. Langreo le ha dado mucho a Hunosa y deben generarse empleos. Y querer utilizar ahora el concejo como un vertedero, con la utilización de la escombrera de Lada para las cenizas de La Pereda, está fuera de lugar. Creo que se han equivocado y están a tiempo de recapacitar. Vamos a ir a donde haga falta. No lo vamos a consentir. Esa escombrera no tiene licencia de actividad y en el momento en el que Iberdrola cierra, tiene el compromiso de renaturalizar la zona. No tiene sentido esto que han presentado.

-El último plazo dado por el Adif es que el soterramiento estará acabado a finales de este año, ¿tienen más detalles de cómo van las obras?

-¡Sí, claro! La plantación de ortigas va adelante. Yo creo que dentro de poco van a sacar un licor de ortigas o algo porque ni limpiar la maleza pueden. Ni hacer un vallado en condiciones. Seguimos esperando a que nos autoricen a visitar la obra. Ya lo pedimos cuando entramos al Ayuntamiento. Espero que cumplan los compromisos que pusieron encima de la mesa. Uno de ellos, que dijeron que era muy fácil, era limpiar las estaciones. Limpiaron la de Ciaño porque insistimos, pero dejaron allí todas las bolsas de basura. Con el Adif el crédito se ha consumido. Dicen que en 2024 acabarán las obras y que en 2025 empezarán las pruebas con los trenes. ¿Y qué esperan, que les aplaudamos?, ¿esperan que les demos una medalla? 

-¿Cómo valora la infrautilización del centro neurológico de Barros?

-Todavía hay poca comprensión de lo que es el Credine. Tenemos que olvidarnos del hospital de parapléjicos y de un centro de atención a lesionados medulares. Es un centro sociosanitario para favorecer la integración y la autonomía de las personas que padecen una serie de discapacidades neurológicas. Punto. No se dan ni pastillas. No es lo que nosotros pedíamos ni lo que dijeron que iba a ser. Sin llegar a ser eso, sí creemos que puede dar un buen servicio a la sociedad. Y hay que desarrollarlo. Había compromisos, por ejemplo de ponerle un servicio de transporte, que seguimos sin ver. Hay una residencia sin poner en marcha y un espacio para los familiares que vinieran de fuera sin poner en marcha. Es un centro de referencia nacional y no hay ni transporte para traer gente que venga de otros concejos distintos. Aquí hace falta una inversión en serio.

-Existe malestar entre la ciudadanía por los excrementos de perros que no se recogen, ¿cómo abordarán este problema?

-Hoy mismo había una delante del Ayuntamiento. Debemos defender nuestro libre acceso por las aceras sin ir mirando lo que pisamos. No es problema de las mascotas o que haya muchas. Es un problema de algunos dueños que tienen una conducta totalmente incívica. No me gusta utilizar medidas punitivas. Me gusta partir del diálogo, de la educación y de la concienciación. Tendremos que llevar a cabo una serie de actuaciones para sensibilizar a la gente de que hay que ser responsable con sus mascotas. Y si las medidas educativas no funcionan, habrá que invitar a los ciudadanos a que denuncien.

-¿Cómo puede afectar la apertura del ferial a la actividad económica del concejo?

-Pretendemos que sea un espacio para trasladar celebraciones festivas que tengamos en el concejo y para llevar a cabo actividades comerciales, expositivas y de atracción turística. Cuando la obra esté acabada fijaremos un plan de uso.  Creo que nos va a dar mucho juego. Hablaremos con la Cámara de Comercio y con las asociaciones de comerciantes porque algo tendrán que decir.

-¿Cómo se están abordando los problemas de convivencia en los barrios?

-A mí, que una señora mayor me pare y me diga que en su casa la molestan o no se siente segura me incomoda mucho. Y ese tipo de cosas las tenemos que corregir. Faltaría más. El problema es hasta dónde podemos llegar porque no podemos desalojar a alguien de una casa porque tenga la música alta. Me consta que la Policía va cuando se la requiere y estamos tratando de ponerle freno. Nosotros seguimos apostando por la educación y la rehabilitación de barrios como medida fundamental para mejorar la convivencia. Pero si hay que aplicar medidas coercitivas con las personas que tengan comportamientos incívicos habrá que hacerlo. 

-¿Qué planes hay en el apartado cultural?

-Tenemos una oferta cultural muy buena de cine y teatro. Y estamos trabajando para realzar la pinacoteca y todo el espacio que la constituye. Y hay una gran oferta turística con el Museo de la Siderurgia y el Ecomuseo del valle del Samuño. En el plano deportivo tenemos muy buenos resultados y gente que viene apretando por detrás en disciplinas como el patinaje, el hockey, carreras de montaña, las artes marciales, el atletismo, el ciclismo, el motor o la gimnasia rítmica. 

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