La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde mi Mieres del Camino

La laureada Banda de Música, en escena

El relevo generacional mantiene viva la emblemática formación centenaria

De nuevo a vueltas con el ambiente musical de Mieres. Y por una causa lógica y justa. Es uno de los pocos aspectos que han sabido aguantar las embestidas de esta especie de huracán desolador que ha barrido el espíritu de lucha y de compromiso de la población, principalmente en este concejo, hasta situarlo en cabeza de las zonas desbastadas del Principado de Asturias. Ejemplo de la supervivencia artística en ese campo lo son las agrupaciones corales Coro Minero de Turón y Orfeón de Mieres y la Banda de Música de esta localidad, más algún que otro manifiesto de menor trayectoria pero también meritorio, como es la recuperación del folclore regional.

Hoy pues, en bandeja de este espacio, la Banda de Música, que ya no es municipal porque el Ayuntamiento, en su día, se lavó las manos, pero, por fortuna, surgió la inquietud de los incondicionales, para promover un movimiento popular, capaz de hacerla superar el bache.

Como portavoz de toda una historia, de sus protagonistas y de una trayectoria centenaria, un mierense que unió su vida a la plataforma musical cuando tenía solo ocho años, allá por 1951, y que aún hoy mantiene el tipo con plena actividad, desde el cargo de presidente de la asociación "Amigos de la Música de Mieres", que es en la que se sustenta el diario caminar de la agrupación. Hablamos de Ramón del Llano Martínez, toda una autoridad cuya andadura personal queda reflejada por los siguientes caminos.

Mierense de nacimiento Ramón del Llano tomó contacto con el solfeo y la música, a esa temprana edad de ocho años en calidad de educando de la Escuela Municipal de Música de Mieres, pasando dos temporadas después a sostener en sus manos el instrumento elegido, que en este caso fue la trompeta, con la que ya fue miembro de la Banda allá por 1957, donde discurrió su juventud como solista desde los 16 años. Tiempo después, a finales de la década de los setenta figuró como primer trompa principal de la Sinfónica de Asturias, compartiendo posteriormente esta actividad, ya como trompeta, con la de profesor del Conservatorio de León durante cinco años, alcanzando plaza con vitola de profesor en propiedad dentro del Conservatorio de Oviedo siguiendo, a la vez con sus actuaciones en la Sinfónica, hasta que una ley de incompatibilidades le exigió elegir, decantándose por lo primero hasta la obligada jubilación. Muchas colaboraciones desinteresadas salpican sus pasos como esporádicas apariciones en las Orquestas Capitol de Mieres y Benidorm de Oviedo, los Tedy Boix, Blue Star, Guantes Rojos y hasta la Royal. También conviene dejar constancia de su intervención en los comienzos con la dirección del Ochote La Unión.

Fue pieza clave en la recuperación de la Banda, la dirigió en ese nuevo periodo y actualmente mantiene la máxima responsabilidad como soporte de la plataforma que la sustenta.Y aquí entran en juego sus opiniones sobre el largo trazado vital de la Banda de Música de Mieres.

"Fue en 1884 cuando en el Ateneo Musical de esta villa, nacen dos movimientos de participación, ambos, afortunadamente, hoy en pantalla de actividad -asegura Ramón del Llano - y fueron el Orfeón y la Banda. Por lo tanto son considerados centenarios y a los dos dirigió, en un principio, Genaro Palacio Bueno. De nuestra agrupación se puede decir que en 1902 se hace cargo de ella el Ayuntamiento y bajo su tutela discurrió gran parte de la historia aunque con ciertas lagunas pero también importantes acontecimientos como sus actuaciones ante el Rey Alfonso XII, siguiendo su visita por diversas localidades de Asturias, lo que le valió el reconocimiento de la Casa Real, con el título de Laureada, la única en el Principado de Asturias que posee esta distinción".

Pero habría de llegar un momento difícil. "En 1974 - afirma nuestro entrevistado - desaparece del mapa nuestra banda y también la Escuela de Educandos que tan buenos resultados estaba dando, el Ayuntamiento se desentendió y hubo un largo periodo de ostracismo. Afortunadamente con motivo del homenaje a Ricardo Merediz, hombre que había sido ejemplar como subdirector de la Banda, en 1983 se reunieron varios antiguos músicos y nació un movimiento de recuperación a modo asociativo, como "Amigos de la Música" que tuvo, como primera directiva al propio Merediz en calidad de presidente, Fermín A. Gil vicepresidente, Jesús Senis secretario, Pepín Ordiales tesorero, y varios vocales". El Ayuntamiento puso seis millones de pesetas para instrumental y el resto de la financiación corrió a cargo de los socios.

El caso fue que, al frente de los primeros miembros salidos de la escuela inferior, se colocó Ramón del Llano compatibilizando esta función con la dirección en la Banda de Noreña. "De esa forma -añade- recuperamos este valor con el que estuve unos cuantos años hasta que, por problemas de régimen interior, con padres de alumnos y directivos, me aparté dedicando mi tiempo al Conservatorio de Música".

Pero llegaron unas elecciones en el seno de "Amigos de la Música" y Ramón del Llano, alentado por sus incondicionales, presenta la candidatura a la presidencia y sale elegido, formando ya directiva con los antiguos miembros y alguna nueva incorporación. A partir de ahí todo viene discurriendo por cauces de normalidad, participación y presencia activa en numerosos acontecimientos tanto locales como regionales.

Tres aspectos sobresalen en la historia y actualidad de la Banda de Música de Mieres. Por orden de antigüedad la huella de sus directores más sobresalientes, la "inyección" que aportaron, en su día, músicos de otras regiones y la realidad de un relevo generacional a la vista. Ramón del Llano pone los puntos sobre la íes.

"Según mi criterio - dice - el trabajo de Genaro Palacio con la puesta en marcha no puede silenciarse. Luego está el paso de Saturnino Pérez Mendoza durante más de treinta años, y el de César San Narciso Mingue con una larga travesía y enorme brillantez hasta 1966. A señalar también la acción de Ángel García Basoco y Alejandro Fernández Sastre. Y por supuesto la labor de Antonio Cánovas Moreno, actual director"

"En cuanto a lo segundo es cierto que a lo largo de una época reforzaron la Banda profesionales de otras regiones como Rafael Veses (Valencia), Torcuato Pérez, José Porras, Ángel Rufino Martín, Mariano Gálvez, José Galindo y Alberto Villalta, que encontraron aquí acomodo musical, laboral y social. A destacar el caso de Andrés Macías, que llegó con la Banda de Zamora en 1924, conoció a su esposa, se quedó y estuvo con nosotros 56 años". Finalmente el relevo generacional para la banda vino rodado por el hecho de que siempre hubo escuela de educandos o conservatorio de música".

Compartir el artículo

stats