Es el título de la obra que hoy viernes 11 de Noviembre nos presentará el autor; acto organizado por "Cauce del Nalón" en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA y el Ayuntamiento de Langreo.
Alfonso Corominas nació en Oviedo siendo el menor de una familia numerosa y, como él dice, mimado por sus 8 hermanas lo que contribuirá a a que se considere mujerista como él se define.
Con 20 años una enfermedad genética le deja ciego, lo que no le impide continuar sus estudios licenciándose en Matemáticas, especializándose en el proceso de datos y diseño de sistemas informáticos de gestión llegando ejercer profesionalmente de director de Desarrollo de Cuentas en Tecnologías de última generación en Caja Madrid.
En sus años de estudiante compatibilizó las matemáticas con la literatura llegando a escribir cuentos y poemas.
En el año 2009 publicó su primer libro, "Viaje a la luz, paseo con Hitchcock por Córdoba y Granada", influenciado quizás por su ceguera.
Este año nos presenta un ambicioso proyecto: la primera novela de la pentalogía sobre las grandes mujeres adúlteras del siglo XIX, cuyas historias enlazan las similitudes de las vidas de 5 mujeres de diferentes países, cuya existencia estaba marcada por el machismo de la sociedad burguesa de la época.
A juicio del autor, no es una novela al uso. Tiene tres aspectos, el viaje, una especie de ensayo literario y el momento de unir la ciudad que visita de la mano de su esposa y cómplice Pilar, con la novela que relata, que es la parte histórica del libro.
El escritor enfrenta a Effi Briest, una niña a la que casan con el pretendiente de su madre, arrojada sin solución de continuidad a los juegos del matrimonio, a Madame Bovary, La Regenta, Ana Karenina y Luisa Eça de Queiroz, fatalmente condenadas a la pasión.
En palabras de Alfonso Corominas a este diario en una entrevista realizada anteriormente, "Ana Karenina es absolutamente arrolladora. Me parece un personaje femenino increíble, al menos para los hombres. Es tremenda. Bovary es mala persona y, en el fondo, un poco Quijote, trastornada por las lecturas. Pero es una visión terrible porque estos escritores no son nada feministas. Cuando Cervantes ve a un hombre loco lo hace caballero andante, mientras que Flaubert a una mujer que se desequilibra con las novelas del romanticismo la convierte en una desesperada que va detrás de los hombres".
Y concluye: las adúlteras me han hecho más mujerista. Las feministas son las mujeres.
