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A mi aire

Adjetivos merecidos

La situación de Cataluña y los desafíos de su nuevo presidente

Malos adjetivos son los que esta última temporada se están dedicando al recientemente elegido Presidente de Cataluña, esa pretendida República en la que siguen insistiendo una y otra vez. Sería prolijo hacer un recopilatorio, pues son muchos los dedicados a este personaje de tercera fila, que aceptó sin rubor alguno todas las condiciones que el huido Puigdemont le impuso, incluso la prohibición de usar su despacho. Delirante... Así por alto, me acuerdo de haber escuchado o leído: títere, marioneta a distancia, hombre de paja?

Pero en debate a cuenta del poco honorable, me parece atinado aquel que le llamó directamente "mamporrero", y se extiende explicando que el término se aplica a personas que hacen trabajos desagradables, sucios y serviciales con ejemplares del reino animal, aunque en muchos casos tienen cabida muy peyorativamente las bajezas políticas cuando se hacen en nombre de otras personas. Justo lo actual. A Quim Torra le sienta como un guante.

La segunda lectura que se puede hacer, concatenada con lo anterior, es que los paños calientes puestos hasta ahora de nada han servido y todo hace indicar que la situación se va a recrudecer.

Siguen envalentonados por lo que parece tibieza y dejar hacer desde Madrid, incluida la ayuda de TV3 que siguen controlándola con total impunidad y a la que el gobierno de España no quiso meterle mano. Nadie lo entiende. Ellos sabrán.

Me imagino que lo de nadar entre dos aguas resulta complicado, más para los que no sabemos nadar, pero entiendo que una mayoría de españoles están, estamos, cansados e indignados de tanto templar gaitas con estos individuos que siguen meando por encima de nosotros y tenemos que decir que llueve.

Así que si no tienen el valor de hacer frente a sus continuos desafíos, nuestra Constitución ampara las lógicas respuestas y lo coherente sería que volvieran a convocar elecciones. De paso sabremos a qué juega cada cual y sus soluciones, para de una vez por todas acabar con esta comedia bufa que nos lleva martirizando desde ni se sabe, con pocos visos de que definitivamente se baje el telón.

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