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DESDE LA MESETA

Lo que echo en falta

La situación de la pandemia del coronavirus en Madrid y cómo afecta a la familia

Cuando esto escribo es al día siguiente de San Mateo, festividad en Oviedo y el santo de un nieto que a su vez y dentro de pocos días será su cumpleaños. Mas hoy lo que me interesa es recordar la anécdota de mi viejo peluquero que, pocos días antes de venir para Madrid, me recomendaba que siguiese viviendo en Asturias, que eso de irme con la familia a la capital de España era un atraso.

Efectivamente, el aterrizar en otra gran población era un riesgo inexistente en Asturias. De aquella las guerrillas de ETA eran constantes, como así me tocó vivir alguna en sus proximidades, que hoy quiero olvidar lógicamente. Y después de gozar de tranquilidad, al cabo de un tiempo y olvidar lo que me aconsejaba mi peluquero de toda la vida, él con 90 años de experiencia, nos alcanzó el virus covid-19, que entró en Madrid con una fuerza brutal, en tanto que en Asturias su invasión fue mucho menor, causando muchísimos menos bajas y fallecimientos que en Madrid.

Hace casi 30 años Madrid nos dio un buen trabajo, y a mis hijos la oportunidad de estudiar la carrera que quisieron. Hoy, yo ya jubilado y ellos trabajando, tropiezan con la etapa del teletrabajo y mis dos nietos con el llamado "tele estudio", sin poder escaparse de la mascarilla en todo momento y el gel hidroalcohólico, para poder librarse, mejor diría, librarnos todos de esta pandemia que asola muchos barrios de Madrid.

Entretanto miramos al cielo para que nos llegue lo más pronto posible esa vacuna, ya sea de Oxford o de Valdecilla, pero que sea eficaz.

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