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Ventana indiscreta

José Manuel Barreal

Compañera, dame tira...

El recorrido que aún tiene por delante la lucha de las mujeres

A pesar de la división actual que padece, el feminismo ha vuelto con mucha fuerza en este 8M. Continúa diciendo que las mujeres aún están olvidadas, y que su lucha es obligatoria para que muchos de los avances conseguidos no desparezcan y que otros se conquisten. Los avances, que los ha habido, se hacen presentes y se cantan como mejoras para las personas. No seré yo quien los niegue, pero sí pondré al menos algunos en cuarentena.

Las mujeres, en general, son las que protagonizan esa duda. La mostraron este 8M. Que las mujeres tienen derechos y que con su lucha han conseguido afianzarlos no es papel de debate. Pero voces y actos hay que nublan y oscurecen el proceso de esos derechos de nuestras compañeras, en esta sociedad.

La carga histórica, social y cultural que hemos heredado como sociedad patriarcal hace que se oculten los malos tratos y el sufrimiento de la mujer, no solo en el ecosistema familiar, también en el laboral, en el día a día de sus relaciones sociales.

El lenguaje agresivo continúa siendo frecuente en las relaciones de pareja, familia o laboral. Sin embargo, están como normalizadas en el trato diario. Su frecuencia termina por incorporarse a la cotidianeidad, habiendo situaciones en las que las mujeres que las sufren llegan a justificarlas.

Interiorizamos a través del lenguaje de la familia, de la calle, en la escuela, en el trabajo todo un mundo patriarcal y machista que al final resulta un tsunami que ahoga a la mujer en el ámbito de sus relaciones socio-familiares. Se les enseña a desaparecer y situarse en segundo plano. Ser machista es sencillamente aborrecible. Alguien dijo que es un asco.

Es ese control machista el que arbitrariamente priva de su libertad, tanto en la vida pública como en la vida privada, a las mujeres. Es una violencia solapada, sutil, que poco a poco la invade a fuerza de vivirla y que tal vez termine asumiendose como normal.

Desde hace más de 100 años, el 8 de marzo es un día que celebra los derechos conquistados por las mujeres y conmemora su historia de sacrificios para conseguirlos. Actualmente, en esta fecha se organizan marchas y manifestaciones en todo el mundo para denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar la deseada y justa igualdad real entre hombres y mujeres. Es injustificable que todavía haya países en los que se trate a la mujer como a una lacra. De ahí, la trata de mujeres y niñas para la explotación sexual. Las prácticas culturales como la mutilación genital. El matrimonio a la fuerza en edades infantiles y adolescentes. La explotación económica y la desigualdad en el trabajo. Son, sin matizaciones, actos de violencia contra las mujeres que no debemos permitir y menos justificar.

A las mujeres siempre se les enseñó a guardar silencio, a callar, y si alguna se atrevía a opinar, salía aquello de "tú a lo tuyo". Contra esto y mucho más se cantó en Mieres este 8 de marzo. "Dar tira ye amar, compartir y apoyar; ye facer comuña, ye sororidá". Que así sea.

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