Opinión

Miguel Munárriz y su enorme metáfora

El nuevo libro del escritor asturiano, que este viernes se presenta en la Casa de la Buelga

Miguel Munárriz tiene un sugestivo poema dedicado a Horacio Oliveira, personaje central de "Rayuela" que en la primera parte de la novela vaga por los puentes parisinos en busca de la Maga (Lucía); el poema –"Horacio Oliveira regresa a Buenos Aires"– finaliza concluyentemente con el siguiente alejandrino: "Al fondo, el mundo es una enorme metáfora".

Al releer este poema pienso que existe una alquimia entre el lector y el libro, una especie de transferencia en los dos sentidos, ya que, si bien un buen libro trasforma a sus lectores, también este resulta transformado por las nuevas interpretaciones y donaciones de sentido que sus sucesivos dilucidadores van haciendo de sus significados.

Entre Miguel y los cuentos y la "Rayuela" de Cortázar debió de producirse una alquimia similar. Creo que Miguel fue transformándose poco a poco, a través de la lectura de los cuentos primero y después de la novela del argentino, en un alter ego de Horacio Oliveira; o tal vez, en este juego de espejos haya sucedido al revés: y por eso el Oliveira que yo recuerdo, por mucho que me sumerja en "Rayuela", siempre sea el que me trasladó Miguel Munárriz.

El caso es que yo veo a Miguel siempre en busca de la Maga, seducido y fascinado por la magia de la literatura, explorando caminos sin fin que siempre lo llevan a dilucidar nuevas páginas, a saltarse del lado de acá del espejo de nuestra realidad para abrir con las llaves del lenguaje otras puertas.

Quizá por ello la magia siga viva y vigente en Miguel, que ahora, como su Horacio Oliveira, regresa no a Buenos Aires, sino a su Langreo vivencial; al punto de partida de todas sus lecturas, con una enorme metáfora del mundo bajo el brazo: su nuevo libro, que acaba de publicar la prestigiosa editorial Aguilar, "Empeñados en ser felices. Crónica sentimental de una vida entre libros" (2024). Este libro, junto a La escritura contra el tiempo. Ayer fue miércoles toda la mañana" (Luna de Abajo, 2021), configura un díptico que refleja algunos de los momentos más señeros de la literatura de nuestro tiempo. Pero el libro de Miguel Munarriz no solo debe adscribirse al género memorialístico, que ya por sí mismo justificaría sobradamente su edición, sino que debe considerarse como un ejemplo testimonial de literatura viva, donde lo factico y ficcional se entreveran y entrecruzan, originando una singular obra sustantiva que atrapa y fundamenta desde el primer instante al lector.

La novela suele considerarse como el género más híbrido de la literatura, donde todo cabe o puede caber, dependiendo de la pericia del escritor. Pero quizá el género más híbrido, y por lo tanto más complejo, sea el que desarrolla Miguel Munárriz en "Empeñados en ser felices", donde se entreveran las memorias literarias con la narración ficcional (novela) y los fundamentos propios de un tratado de literatura. Empeño, nunca mejor dicho, del que Miguel Munárriz sale airoso como avezado hacedor en urdir tramas con la sutileza de sus inagotables registros estilísticos.

En la Casa de la Buelga (Ciaño) –este viernes 17 de mayo a las 19:00 horas, auspiciado por la Asociación Cultural Cauce del Nalón, con la colaboración del Ayuntamiento de Langreo y de LA NUEVA ESPAÑA– se presentará el libro del escritor y periodista Miguel Munárriz: "Empeñados en ser felices. Crónica sentimental de una vida entre libros" (2024).

Miguel Munárriz es periodista y gestor cultural, es socio fundador de la agencia literaria Dos Passos, y ha desempeñado distintos cargos siempre en el ámbito de la cultura: fue coordinador del suplemento literario "La Esfera" de "El Mundo", director de comunicación de las editoriales del Grupo Santillana, delegado del Principado de Asturias en Madrid, director del Teatro Fernán Gómez y coordinador de la web literaria "Zenda". Es autor de varios libros, entre los que destacan "Poesía para los que leen prosa" (Visor, 2004) y "La escritura contra el tiempo" (Luna de Abajo, 2021).

Pero sobre todo Miguel es un virtuoso comunicador que siempre estuvo iluminado por la Luna de Abajo, un ilustrado contador de historias como en su tiempo lo fue Daniel Moyano. No se lo pierdan, estaré en la Casa de la Buelga –junto a Isabel Rivera– acompañándolo en la presentación de su libro, la última novedad de Aguilar. Seguro que será uno de los destacados actos de Cauce del Nalón, al que invito a sumarse a todos los Empeñados en ser felices.

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