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Poesía

La soledad serena

El rigor poético de Marcos Tramón en Stricto sensu, su tercer libro

Marcos Tramón, autor de los libros de poemas Los días que te explican (Llibros del Pexe, 2001) y Desgana (Deva, 2011), es un poeta que observa con precisión y traduce con esa exactitud lúcida que sólo el superviviente puede alcanzar aun demostrando una sensibilidad indomable, el rigor del poema vence siempre a todo deslumbramiento. Esa oscuridad que se intuye y de la que se habla sin temor, imponiendo claridad a toda noche, asumiendo una soledad que bien puede ser compartida también, ofrece una cierta apuesta por la calma ante la incertidumbre. Un extraño tratado de esperanza -o serenidad- frente a la devastación tal vez o un modo de habitar las cenizas con sabiduría aprendida en largas batallas en cuerpo propio o ajeno. Es esta vida cotidiana que nos ocupa la que sirve de anclaje y también molestia pues nos recuerda el dolor de lo vivido o sentido en otras realidades que no por pasadas dejan o dejarán de formar parte de nosotros y nosotras mismas. Existe cierta extrañeza ante un mundo al que parecemos asistir desde lejos, como de un escenario ya tan conocido ante el que sólo podemos sentir cierta querencia. No se trata ya de estar de acuerdo o no con aquello que vivimos, más bien de encajar el golpe y de encontrar un lugar intermedio donde salvarnos de esta realidad que parece diluirse en un tiempo que posiblemente ha dejado de pertenecernos. El recuerdo de la adolescencia marca esa diferencia con el ahora, ese protagonismo con el que ya no nos sentimos identificados. Vuelven los fantasmas pero encuentran otros cuerpos que habitar: "En medio de mi soledad me encuentro/ cuando me atacan todos los fantasmas".

Escritura sincera ("Tengo miedo, lo mío es tiritar de miedo") con la que nos gusta reencontrarnos pues en ella nos reconocemos: "Digo que ese es el camino que debí haber/ tomado, que el que tomé me trajo a esta/ confusión". Análisis del tiempo y de la única certeza que nos aguarda: "Sabemos que el destino, poco a poco, nos/ va llevando hacia la última certeza. Y/ sentiremos que volvemos a casa: un paisaje/se puede confundir con un sentimiento". Esa sombra que nos persigue: "Verás tu sombra caminar contigo/ al tiempo que verás en tu camino otros/ hombres y mujeres, otras sombras". También la luz incluso en el recuerdo: "Y su rostro, ella, como ascuas que no se apagan, / que aún quedan/ encendidas un tiempo en la memoria". A pesar de que éste se convierta con la edad en parte del cuerpo, estructura, hueso: "Recuerdos que son huesos sueltos, / en un yermo collado, una tierra baldía: / la del pasado de una vida como cualquier otra vida". Una declaración de principios también, asumir que la soledad tal vez sea nuestra mejor compañera de viaje: "Aún es azul el cielo, / te adentras en lo que será la noche, / avanzas hacia tu entera/ soledad". Un placer reencontrarse y encontrarse en estos poemas.

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