Los ecologistas con raíces conocen bien la importancia de Aldo Leopold aunque, a menos que estén versados en lengua extraña, no habrán podido leer íntegra hasta ahora su obra más celebrada. Un año en Sand County, sabia combinación de diario, memorias de intervenciones y propuestas de acción, suele igualarse a Walden y su sola lectura despertará vocaciones conservacionistas. Leopold (1887-1948) anotó con una pluma que alía el humor, el sentido de la aventura, el lirismo y el directo al mentón sus peripecias de fin de semana, durante todo un año, en una cabaña de Wisconsin. Prosiguió el volumen con el relato de una serie de episodios de su vida, en EE UU y México, que le revelaron hasta qué punto "la acción colectiva está desestructurada". Y desembocó en la carga de profundidad, la exposición de una "Ética de la tierra" con la que proclama: "Los discrepantes razonamos nuestra discrepancia". Imperdible.