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¿Ni conquista ni colonización?

Dos libros en torno al desembarco del imperio español en México

Cultura - Libros

La coincidencia este año de los aniversarios del quinto centenario de la conquista de México y del segundo del Acta de Independencia del Imperio mexicano (28 de septiembre de 1821) ha dado pie al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para reclamar al rey Felipe VI y al Papa que expresen su perdón por los abusos contra los habitantes de México durante la conquista y su posterior “colonización” por el imperio español y su forzada conversión a la fe cristiana. A la vez, en la zona de colonización española en Estados Unidos, se ha desatado una fiebre iconoclasta contra las estatuas y monumentos de los personajes que protagonizaron la conquista y el gobierno del imperio español de aquellos territorios.

En réplica a esa campaña contra la “conquista” y “colonización” han visto la luz un conjunto de publicaciones que matizan y defienden la actuación del imperio español en aquellos procesos históricos. Entre ellas, destacan dos que se analizan en esta reseña. Me refiero al libro colectivo coordinado por Emilio Lamo de Espinosa, antiguo director del “think tank” de la Administración española para el análisis de la nuestra política exterior, el Instituto Elcano, que lleva el significativo título “La disputa del pasado” (Turner, 2021). Y, por otra parte, al monumental ensayo de Borja Cardelús “América hispánica” (Almuzara, 2021).

Los ocho trabajos que incluye el primer libro citado pueden dividirse en dos conjuntos: los que se dedican al análisis propiamente historiográfico (que contraponen como diametralmente opuesto al discurso surgido de la “memoria histórica”) de la conquista y colonización española en México. La conclusión de estos primeros trabajos es tajante: ni hubo conquista ni colonización. Hernán Cortes y los españoles no fueron sino un elemento más de las luchas internas del imperio azteca. Y nunca el territorio mexicano fue una colonia como tal, sino un elemento más del imperio español, como todos los otros que lo componían.

El otro conjunto de artículos de este libro analiza críticamente el discurso sobre la acción española en México como parte de la propaganda antiespañola que generó la “leyenda negra” y que no tiene para ellos ninguna base histórica, sino que es un elemento más de la “memoria histórica” a la que no se le concede ninguna validez cognitiva del pasado, sino mera propaganda política.

Sin duda es difícil aceptar tanto esa negación del valor cognitivo de la “memoria histórica”, cuando está informada por la historiografía, como la interpretación aséptica de la conquista y la colonización por los españoles, aunque sea preciso aceptar algunas de las matizaciones que se realizan en estos trabajos sobre aquellos acontecimientos, cuyos modos y objetivos fueron, sin duda, muy diferentes de la colonización anglosajona, francesa, portuguesa o rusa.

Precisamente, la concreción de esas diferencias son las que se expresan en el otro libro mencionado: “América hispana”. En los casos de Inglaterra y Francia, estos estados sí vieron a sus territorios en América como verdaderas colonias y a sus habitantes como elementos humanos de explotación e , incluso, como en el caso norteamericano, de eliminación. Pero eso no puede ser óbice para negar o eliminar los abusos y explotación que el Imperio español cometió en aquellos territorios.

Otra cosa es, sin duda, la finalidad y la intención políticas que puedan tener diatribas actuales como la de López Obrador contra la acción en aquellas tierras del imperio español.

Cubierta del libro

América hispánica

Borja Cardelús

Almuzara, 896 páginas, 33 euros 

Cubierta del libro

La disputa del pasado

Emilio Lamo de Espinosa (coord.) 

Turner, 248 páginas 21,90 euros

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