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Hacia un arte agropolitano y cosmopolita

Virginia López pone en práctica los conceptos de la nueva geografía humana

Virginia López, durante uno de los trabajos preparatorios. | V. López

La “ciudad agropolitana” y la “aldea cosmopolita” son conceptos con los que el geólogo y geógrafo Jaime Izquierdo busca la integración de la ciudad y el campo en un territorio tan propicio como es Asturias. En títulos sucesivos de grata escritura, propios de alguien de quien se nota es ávido lector, ha ido desarrollando una defensa del rico y variado patrimonio construido por las culturas campesinas y sus conocimientos vernáculos frente a las corrientes del pensamiento industrial aplicadas al campo.

La ciudad agropolitana es la que se funde con su entorno periurbano, mientras que la aldea cosmopolita es la que aprende a relacionarse con el resto del mundo y reivindica su función original y genuina de gestora y conservadora de la naturaleza. En la actualidad, Jaime Izquierdo, que es empleado público, ejerce como Comisionado para el Reto Demográfico del Gobierno de Asturias, con el convencimiento de que hay una alternativa viable al abandono del mundo campesino.

Hacia un arte agropolitano y cosmopolita Luis Feás Costilla

En ese mismo contexto de nueva relación campo-ciudad viene trabajando también la artista Virginia López (Gijón, 1975) desde que en 2014 pusiera en marcha en Cenero (Gijón) su proyecto PACA, acrónimo de Proyectos Artísticos Casa Antonino, con el que pretende realzar el valor de la cultura rural por su potencial transformador para una nueva ecología del territorio que equilibre la relación con el entorno urbano. En su obra propia, que expuso por ejemplo en la Sala Borrón de Oviedo, ya utilizaba cera de abejas y rescataba técnicas artísticas tradicionales como el fresco, que incorporaba a su trabajo desde que se instaló en Florencia, tras haber estudiado Historia del Arte en la Universidad de Oviedo.

A su regreso, alentó propuestas como “Habitantes Paisajistas”, una serie de talleres, cursos, paseos, charlas y exposiciones dedicadas a crear experiencias que favorecieran un intercambio de conocimiento vivencial desde el territorio, cada año con una temática diferente.

Con “Hacia una ciudadanía agropolitana”, de título claramente “izquierdista” y cuyo resultado ahora se expone en Laboral Centro de Arte, inició un nuevo programa de actividades participativas y artísticas que se desarrolló desde marzo hasta septiembre de 2021 en las aldeas de Trubia y Veranes, también en el entorno rural de Gijón. Las actividades se organizaron alrededor de un eje simbólico pero también físico: hórreos y paneras, recuperados como espacios de trabajo y de socialización. A partir de ellos se realizaron aprendizajes sobre binomios básicos como belleza y utilidad, arquitectura y paisaje, exterioridad e introspección, tradición e innovación, agricultura y cultura. A lo largo del proyecto se hizo uso de metodologías propias de la cultura agrícola tradicional como el trabajo compartido del filandón o la andecha, los tiempos largos y repetitivos relacionados con los ciclos de la naturaleza o la manualidad del saber artesano y la memoria.

El proyecto mezcla práctica artística y saberes tradicionales con maneras de hacer y colaborar desde la creación contemporánea, conscientes de que los procesos de transformación del territorio gijonés y las presiones que sufre son comunes a muchas otras zonas rurales y periurbanas de España y Europa.

La exposición recoge los diferentes talleres realizados a lo largo de esos meses, agrupados bajo los subtítulos de “Visores de Ruralidad Aumentada”, “Pitos y Flautas”, “Recolectores I y II” y “Ser Panera”, que hicieron que los participantes, cuyas aportaciones forman parte de la exposición, abrieran puntos de observación sobre la realidad circundante, exploraran las posibilidades sonoras del aparato fonador o una reverberante lechera de metal, recolectaran plantas y cultivos locales o motivos decorativos de paneras y hórreos vecinales para transferirlos mediante calcos o cianotipias o crearan de forma colectiva una colcha-vestido hecha con tinturas.

Para este interesante proyecto didáctico, Virginia López, que además de artista es educadora, contó con colaboradores habituales como Daniel Franco, Fernando Oyágüez o los Econodos de Lorena Lozano, así como artesanos del papel y la tintura o profesorado y estudiantes de soldadura y calderería. La exposición, que cuenta con el diseño gráfico y espacial de Pasajero37 y el complemento audiovisual de Nadia Penella, además del respaldo de la convocatoria “Art for Change” 2020 de Fundación la Caixa y el apoyo de Gijón Impulsa, documenta bien la experiencia vivida, que aunque todavía está más orientada a la cultura artesanal que a lo artístico, y a la práctica relacional que a la estética comunicativa, tendrá seguro posteriores ediciones que resolverán mejor las dicotomías planteadas y conseguirán logros mayores.

Hacia una ciudadanía agropolitana

Virginia López

Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, calle Los Prados 121, Gijón. Hasta el 15 de enero

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