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Alexis Ravelo cruza lo político y lo policial

La novela “Los nombres prestados”, ganadora del “Café Gijón”, reúne a un exterrorista con un comisario jubilado en los años de plomo de la Transición

Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) ha sido el reciente ganador del premio de novela “Café Gijón” con “Los nombres prestados”, en la que hace gala de su oficio, pues creció en los talleres de narrativa dirigidos por Mario Merlino, Augusto Monterroso y Alfredo Bryce Echenique. Luego, en el 2006, creó a su personaje fetiche, Eladio Monroy, en “Tres funerales para Eladio Monroy”, del que lleva escritas seis entregas de la saga. Este protagonista nos lo ha dibujado alto, corpulento y calvo, con una cicatriz en la mejilla derecha y la letra K tatuada en el brazo izquierdo. Es un jubilado de la marina mercante, que completa su pensión con algunos trabajitos no declarados, y posee tintes de superviviente en mil batallas perdidas. Sus aventuras transcurren en Las Palmas, donde nos dibuja sus calles y locales más característicos, que frecuenta Monroy con sus amigos, donde prefiere el café cortado y la cerveza la Tropical. Es un tipo que busca libros descatalogados en librerías de viejo y disfruta escuchando el rugido vocal o, si lo prefieren, el tono áspero de las canciones de Tom Waitts.

Además de la saga de Eladio Monroy, Ravelo tiene escritas seis novelas para un público juvenil y otras que, como él dice, «obedecen a esa necesidad de salirme de la zona de confort, de experimentar formalmente, de mudar de estilo y de razones». Entre estas encontramos “La estrategia del pequinés” (2013), ganadora del Premio Dashiell Hammett y llevada a la gran pantalla con el mismo título en 2019. En ella nos recreaba los bajos fondos de Las Palmas, donde el Rubio, antiguo delincuente reinsertado, regresa al mundo de la delincuencia con un nuevo golpe, ya que necesita dinero para la grave enfermedad que padece su mujer. Esto provoca que tenga que reunir a su antigua banda, repleta de pintorescos personajes. Sobre las novelas que Ravelo dice que le tensionan, también podemos incluir “La última tumba” con la que ganó el Premio Valencia Negra 2015.

Ahora, ha sido el jurado del Premio de Novela Café Gijón 2021 quién consideró que su novela “Los nombres prestados” era merecedora del galardón por tratarse de «un thriller psicológico con una trama político-social protagonizado por una traductora que esconde su pasado terrorista y un excomisario que le ha seguido la pista durante años. La novela […] aborda temas de fondo tan importantes como la identidad, el perdón, la redención, la evolución y la verdad». O como defiende el propio Ravelo: «una historia sobre la identidad, el dolor, las relaciones siempre complejas entre víctimas y verdugos, la compasión y la posibilidad de redención […] y la fe».

En esta novela, la trama se desarrolla a comienzos de los ochenta en España, en «los años de plomo» de la Transición, donde la sociedad se despertaba todos los días con un atentado, un secuestro o varios muertos de un signo político o de otro. Donde el rugido de los sables en los cuarteles era constante y se unía a la sangre provocada por las organizaciones terroristas de todos los tintes, desde ETA y el GRAPO hasta el Batallón Vasco Español, la Triple A, el GAL o las bandas armadas periféricas como Terra Llurie, Fuerzas Armadas Guanches y el Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive.

Ravelo nos presentará una organización terrorista imaginaria, FRADA, que funcionará de la misma manera que las citadas, con sus códigos internos y externos, y el lenguaje de la sangre y la pólvora. El escenario serán poblaciones imaginarias situadas en lo que ahora se denomina la España vaciada ―ayer era la España profunda― y que llama Nidocuervo y San Expósito. La trama también es imaginaria (o no), donde una exterrorista se refugia de forma clandestina en esas poblaciones y coincidirá con un excomisario jubilado que la estuvo persiguiendo durante años. Ambos habitan aquellas urbanizaciones con nombres prestados. Ninguno de ellos se conocía personalmente, pero un niño con problemas de habilidad social y un perro de nombre Roco, facilitarán el encuentro. Una novela que sigue los pasos de Leonardo Sciascia o de Jean-Patrick Manchette, al crear un maridaje entre lo político y lo policial.

Los nombres prestados

Alexis Ravelo

Siruela 317 páginas 19,95 euros

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