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tinta fresca

Lo que pudo pasar y no pasó

Leandro Pérez imagina un país alternativo, sometido por la dictadura militar tras el 23-F

Cultura - Libros

“Imagina que España no es un infierno. Es difícil, pero yo al menos lo intento. Salgo de la cama desnuda, todavía más colocada que resacosa, y cubro con la sábana a Imanol. Bueno, creo que se llamaba Imanol, pero no pondría la mano en el fuego”.

Leandro Pérez construye en “La última noche de Libertad Guerra” una España alternativa tras el golpe del 23-F. El país vive aplastado por una dictadura militar. La pesadilla del pasado se hace realidad. Sin piedad.

El autor se explica: “Una ucronía se puede explicar con este verso de Sabina, que yo descubrí en el disco doble en directo que grabó con ‘Viceversa’, en los años ochenta, en el tema ‘Tratado de impaciencia número 11’: ‘Lo que pudo pasar y no pasó’. Pero yo no me puse manos al teclado para parir una ucronía, sin entrar en tecnicismos, se me ocurrió que el 23-F el golpe de Tejero triunfa y que esa misma noche de 1981 mueren Adolfo Suárez y Juan Carlos el breve. Pero mi novela sobre todo es la historia de una búsqueda, es una historia de amor”.

Pide al lector que imagine “que le atraviesa un flechazo, que imagine que es una joven de 21 años y que el chico del que acabas de enamorarte es arrojado en un furgón policial y desaparece. Y en esa España alternativa, terrible, donde la transición se ha abortado, Libertad Guerra tiene que encontrar a Imanol”.

En estos días en los que miramos hacia Ucrania, “hacia un lugar que va a vivir por desgracia una opresión, no cuesta imaginar una España, ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro, que queda cerca de la España de 1940, la de la posguerra, y que también queda cerca de cualquier lugar donde se vive hoy bajo el yugo de una dictadura”.

En esa España que imagina, “en la aparece un personaje apodado Bogart que puede recordar a Billy el Niño, me centro en Libertad Guerra. Y en Imanol. Y también escribo sobre las ‘madres’ de Libertad, sobre unas mujeres que viven en Lerma, el pueblo burgalés donde nació la narradora y protagonista de la novela, y sobre una mujer, la hermana de Imanol, que vive en Baracaldo”.

Imanol Zubizarreta “no es Imanol Arias, aunque ambos sean de origen vasco y leonés, y actores, y aunque ambos hayan dormido en pensiones de la calle Ballesta cuando las prostitutas dejaban las habitaciones libres. Y por otro lado, me gusta aclarar que gran parte de la historia de Libertad parte de estas palabras de ‘Crónica del desamor’, la primera novela de Rosa Montero: ‘La cama está ahí tan sola que por la noche caben en ella muchas pesadillas’”.

Libertad Guerra, aclara el autor, “no es Rosa Montero, no se parece a Rosa Montero, no escribe como Rosa Montero, pero sin sus libros, sobre todo sin esa primera novela y ‘La loca de la casa’, yo no habría creado a Libertad Guerra”.

La última noche de Libertad Guerra

Leandro Pérez 

Planeta, 432 páginas, 21,90 euros

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