Se cumplen ahora 20 años del despegue del fútbol de empresas asturiano, un fenómeno sin parangón conocido y que se prolongó prácticamente sin interrupción hasta 2009. Durante esos tres lustros nuestros representantes de fútbol laboral mantuvieron una cerrada competencia en pos de los títulos doméstico y nacional. Equipos como Hiasa, Duro Felguera y Hunosa, todos ellos campeones de España en varias ocasiones, se labraron sólido prestigio dentro del denominado "deporte de empresas", un torneo de rango estatal que asumió la CODA (Confederación del Deporte de Aficionados) tras haber desaparecido la antigua organización de Educación y Descanso.

Los equipos asturianos ya se habían asomado esporádicamente al podio en años anteriores, pero fue en la década de los 90, precisamente coincidiendo con una etapa de duros ajustes en el tejido industrial del Principado, cuando alcanzaron sus mayores y más continuados éxitos. Entre los tres equipos anteriormente citados se repartieron doce títulos nacionales y cinco subcampeonatos, a lo que aún cabría añadir que un club de fútbol-sala de Castrillón, el Cocinas Treyton, se proclamó también campeón de España, mientras que Ensidesa y Mesón Bárcena lograron sendas medallas de plata en la modalidad de fútbol-7, ambos teniendo por rival al ya citado Hunosa. Fue un auténtico torrente de éxitos, que causó tanta sorpresa como admiración y que puso en un primer plano a los equipos del Principado. Su estrella, no obstante, se fue apagando a partir de 2009, año en que Hiasa todavía quedó subcampeón nacional en Santiago de Compostela. Al año siguiente la firma de Cancienes suprimió al equipo, como también hicieron Hunosa, Duro Felguera, Mofesa y otras conocidas empresas. La crisis económica, según se argumentó en algunos casos, parece que pudo influir en la desaparición de estos laureados conjuntos.

Los equipos estaban nutridos esencialmente por trabajadores de las empresas, aunque a medida que iba creciendo la competencia procuraban reforzarse con fichajes externos. La propia reglamentación lo contemplaba, de ahí que ante la gran cita de una fase final todos "fichaban", en algún caso incluso exprofesionales. Las plantillas de estas empresas se veían así engrosadas, aunque fuese con contratos temporales, por conocidos deportistas. Hay que tener en cuenta que lo propio hacían en otros lugares, y por ejemplo el exdelantero oviedista Maqueda era la figura del Ferroliense mallorquín, mientras que el exsportinguista Villarroya llevaba la batuta del Kronos aragonés. Igualmente había quien no se quedaba atrás a la hora de fichar entrenador, de tal modo que el legendario Chus Pereda, goleador en la final de la Eurocopa de 1964, exbarcelonista y exseleccionador nacional de categorías inferiores por aludir sólo a una parte de su destacado currículum, era el responsable técnico del potentísimo equipo barcelonés Danone, uno de los que nadaba en la abundancia y mantenía gran rivalidad con los asturianos.

Entre las estrellas del Hiasa figuraban exoviedistas como el portero Balán, el defensa Gaspar y los delanteros José y Herrera, así como varios exsportinguistas, entre ellos el centrocampista Ovidio y el delantero Juanele, y sin dejar de lado la importante aportación de otros deportistas tan conocidos como Lito, Víctor, Fran Álvarez, Pipi, Granda, Carneiro, Jabuti, Valero, Sergio Melón u Óscar Pantín. Por su parte, en el Hunosa el futbolista de referencia era el portero Ángel Mateos, todo un ejemplo de longevidad que a día de hoy sigue en activo a sus 59 años defendiendo los colores de la firma de electricidad Normalit, y sin olvidarnos de otros nombres como Tijerín, Barral, Calleja, Bouzas, Jairo u Omar

En Duro Felguera el talento del exoviedista Joaquín era fundamental en ataque, siendo otros jugadores importantes los Berto, Álvaro, Lanchas, Prieto, Iván y Vallina. El elenco de refuerzos de postín sería interminable, aunque por citar sólo a unos pocos más habría que acordarse también del exoviedista Tomás (la figura del Mofesa junto al pequeño de los Malcorne) y el exsportinguista Iordanov (líder del Taberna Bitácora).Cuando se produce la eclosión de nuestros equipos el fútbol de empresas ya está perfectamente estructurado en el Principado, donde compiten cuarenta conjuntos divididos en dos ligas regionales, la de Primera y la de Segunda. El nivel es muy alto, lo que luego se plasma en éxitos de rango estatal.

La formidable racha se inicia en 1994, cuando Duro Felguera consigue en Zaragoza alzarse con el título nacional. Enfrente estaba el Danone barcelonés, respaldado por la conocida firma de yogures y lácteos y que para entonces ya había obtenido varios títulos. En esa misma edición un segundo equipo asturiano, el Hunosa, logra también el oro en la modalidad de fútbol-7, siendo la plata precisamente para otro representante astur, el Mesón Bárcena.

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Dos años después la fase final se organiza precisamente en Asturias, donde Duro Felguera repite título ante su viejo conocido de los yogures, el Danone catalán. Ese año, el de 1996, hay que subrayarlo porque es cuando emerge un equipo llamado a alcanzar grandes logros: El Hiasa. Sólo 4 temporadas después ya será campeón de España. Hiasa es el acrónimo de Hierros y Aplanaciones, SA., una empresa de transformados del metal con planta en la localidad corverana de Cancienes. La preside su fundador, el empresario avilesino Manuel Álvarez González [fallecerá en 2012], personaje muy popular y apreciado al que se conoce como "Lloriana". Ha pilotado durante cuatro años al Avilés Industrial, justo tras convertirse en sociedad anónima, y ahora está dispuesto a hacer un gran equipo en su propia empresa. Confía el proyecto a su jefe de Recursos Humanos, Primitivo González, que "ficha" para el banquillo al langreano Faustino Torre. Una decisión que se revelará de lo más acertada. Torre conoce particularmente bien la Tercera División, el "granero" de los futuros refuerzos cuando el equipo se asome al primer plano nacional. Y además con él viene su esposa, Mari Nati Muñiz, que destaca por su competencia y dinamismo. Ayuda en todo lo que puede y en concreto sus dotes organizativas quedan bien patentes como delegada del equipo. También su hija Paola echa una mano cuando es necesario. En definitiva, el Hiasa se ha puesto en marcha y va a resultar difícil pararlo. No tardará en asombrar conquistando cinco títulos nacionales en sólo ocho años, incluso sobreponiéndose al mazazo que supone el fallecimiento, en 2005, del recordado Torre. Al año siguiente le brindarán el título obtenido en Gandía.

Tras adjudicarse en 1999 la Liga regional, en 2000 el club de Cancienes gana el Nacional en Madrid ante el Kronos zaragozano. Es un éxito que se celebra por todo lo alto. No faltan la recepción en Corvera ni un espléndido ágape en Casa Ovidio, en la ribera del pantano de Trasona. Lloriana está feliz y a los postres pronuncia un discurso que es toda una declaración de intenciones. Quiere más títulos. Su empresa, hasta ahora conocida sobre todo por fabricar un producto estrella como los populares "quitamiedos" de las carreteras, aspira a serlo también por los éxitos deportivos. Y lo va a conseguir, aunque sea con cierta cadencia.

Se confirma que la mayor competencia está en casa. Porque el sucesor de los corveranos en el cetro nacional va a ser otro equipo asturiano, Duro Felguera, que en 2001 se hace con su tercer título en Zaragoza al superar a un rival de postín, Aguas de Barcelona (Agbar). Es un gran éxito para el club que preside Pedro Mendoza, pues el conjunto catalán tiene el mayor presupuesto de la fase final y partía como el máximo favorito. El técnico de los langreanos, Brasi, se revela gran estratega en una final muy táctica que tuvo por escenario el estadio de La Romareda.

En 2002, y ya van tres años seguidos, el título nacional sigue en manos asturianas. Ahora lo gana el Hiasa en la final disputada en Palma de Mallorca y de nuevo ante un clásico como el Kronos. La racha se va a cortar al año siguiente y cuando menos se pensaba, pues la fase final se disputa en campos del Principado. El Ferroliense mallorquín, con el exoviedista Maqueda como figura, se lleva el título ante Duro Felguera. En 2004 lo recupera de nuevo el Hiasa, que en la localidad catalana de Cerdanyola vence con mucha dificultad a un equipo hasta entonces desconocido, el valenciano Peluquería Eduardo. Los peluqueros se baten con denuedo en una final marcada por el asfixiante calor (más de 40 grados) y que acaba decidiéndose con gol de oro en el minuto 7 de la prórroga. Ovidio bota una falta y Pipi cabecea inapelable a la red. Tercer título para los corveranos. En 2005 el torneo se disputa en tierras vascas, en San Sebastián, donde Hiasa no podrá revalidar éxito. No obstante, el protagonismo asturiano no falta y ahora llega de la mano del equipo de Hunosa. Los mineros se proclaman campeones del torneo paralelo, el de Copa, en una competida final ante el Kronos que en su tiempo reglamentario termina sin goles. Mateos es la figura en la tanda de penaltis al detener tres, uno de ellos al experimentado Villarroya. En la grada, presenciando la final junto a los jugadores de Hiasa, está un Torre ya enfermo, con el que se funde en un gran abrazo el portero turonés. Le dedica el éxito en un gesto cargado de especial emotividad. El técnico langreano fallecerá pocos meses después.

El Hiasa ficha para el banquillo a Cima, quien comienza su tarea trabajando el aspecto anímico de un plantel literalmente hundido por la pérdida de un técnico al que tan unidos estaban. Lo consigue, o por lo menos así lo acreditan los resultados. Cuando el equipo se planta en la final nacional de Gandía todos se juramentan para brindar el título a Torre. Ganan su cuarta final y luego entonan el "Asturias patria querida" mirando al cielo desde el centro del campo. A muchos se les resbalan las lágrimas, a la primera como puede suponerse a su viuda, Mari Nati.

Al año siguiente es Manuel Ángel Muñiz quien se hace cargo del equipo, que despacha un campeonato regional modélico. Termina invicto y alcanza la cifra récord de 102 goles anotados. Sin embargo, en la final nacional, disputada en Zaragoza, cae ante el anfitrión Atlético Zaragoza por un apretado 1-0. Pero es sólo un paréntesis, porque en 2008, en Mijas, el Hiasa vuelve a levantar trofeo. Supera en la final, por 3-2, a un rival tradicional como el Danone. A este triunfo se añade el de Hunosa, que en el torneo de Copa es proclamado campeón al ser descalificado el representante mallorquín, Carpintería Peralta, por alineación indebida. Se ignoraba entonces, pero aquel doble éxito iba a suponer la despedida asturiana, a lo grande eso sí, del primer plano nacional. Al menos por ahora.

Mari Nati Muñiz, la que fuera delegada del Hiasa, es actualmente la presidenta de la FAGE (Federación Asturiana de Grupos de Empresas), desde donde trabaja porque vuelvan los buenos tiempos. Admite que hoy por hoy resulta difícil debido a que "las grandes empresas han aplicado recortes en sus secciones deportivas", y además ve necesario un mayor apoyo institucional "para que a los deportistas no les cueste dinero el alquiler de campo, por ejemplo". Con todo, destaca que en Asturias se mantienen en marcha dos competiciones, Primera y Segunda, donde participan del orden de 700 deportistas enrolados en 26 equipos. Y confía en que sólo sea cuestión de tiempo el que asistamos a un nuevo resurgir del fútbol laboral. Referentes, y de los mejores, no faltan.