Avilés, Juan C. GALÁN

El presidente del Navarro, Juan Carlos García, espera conocer antes de que acabe la presente semana la respuesta del técnico Julio Arniella a la propuesta de renovación del club. Ambas partes había fijado una reunión en la tarde de ayer, pero asuntos personales del presidente frustraron el encuentro. No obstante, el pasado lunes García y Arniella cambiaron impresiones de las que el máximo mandatario sólo extrajo incertidumbre.

«No lo veo claro. Julio ha demostrado en estos tres años en el Navarro que está capacitado para dar el salto y entrenar en superior categoría o, en todo caso, en equipos punteros de Tercera. Intuyo que su intención es cambiar de aires, pero necesito saberlo cuanto antes», comentó ayer el presidente del club de Valliniello.

Ante tal tesitura, el propio García no esconde sus cartas y comienza a pensar en futuribles para el banquillo del Navarro. En caso de que Arniella rehuse a seguir en Tabiella, las preferencias del presidente son claras. Por este orden, Pole y José Manuel Muñiz serían las prioridades de la junta directiva. Sus horarios laborales, por los que oficialmente abandonó el Avilés, serían el mayor obstáculo para que el moscón dirigiera al Navarro. En el caso de Muñiz, que ya entrenó a los azulgranas durante varias temporadas, ha dejado entrever que seguirá en el Tapia, aunque la llamada de un club por el que siente cariño podría inducirle a cambiar de opinión.

Por si ambas opciones fallan, el técnico del juvenil, Duque, y el del Podes, José Prendes, serían las opciones de García.