Gijón, Eloy MÉNDEZ

Con la tranquilidad que da el deber cumplido, el Sporting inicia hoy otra semana clave para sus intereses tras su victoria épica de este sábado en El Molinón ante el Granada 74 y con la mente puesta en el Tenerife, el próximo escollo en el camino de los rojiblancos hacia Primera División. El 2 a 1 conseguido ante los andaluces, con un gol de Bilic en el último minuto de partido y tras haber jugado durante una hora con un hombre menos por la expulsión de Míchel, ha dado alas a los jugadores rojiblancos con vistas a las últimas seis jornadas de competición liguera. Las victorias de la Real Sociedad el sábado y la de ayer del Málaga en Vigo por un gol a dos dejan todo como estaba, aunque con una jornada menos por delante.

El partido del sábado no fue ni mucho menos el más brillante de cuantos han disputado esta temporada los hombres de Preciado, que se vieron superados en muchas fases del encuentro por un rival plagado de bajas y que lucha por evitar el descenso a Segunda División B, tras su estreno este año en la categoría de plata. Sin embargo, todos los miembros de la plantilla coincidieron en señalar después del duelo que la forma casi heroica con la que consiguieron los tres puntos supone un golpe en la mesa por parte de la candidatura rojiblanca a lograr el ascenso. El gol del Granada 74, a los pocos instantes de comenzar la segunda parte y tras haber salido claramente el balón por la línea de fondo, dejó tocados a los gijoneses durante varios minutos. Sin embargo, los locales supieron reaccionar a tiempo y, a base de casta y empujados por una afición que casi llenó El Molinón, lograron la remontada.

«El vestuario está muy motivado porque victorias como ésta no se viven todos los días». Esta frase de David Barral tras el encuentro deja bien a las claras cuál era el sábado el ambiente que rodeaba a la plantilla rojiblanca, completamente hermanada con su parroquia, a la que tributaron el triunfo tras el pitido final. «Es una victoria de la afición», añadía el jugador gaditano para explicar que los tres puntos que suma el Sporting son de esos que se ganan a pulso, más con el corazón que con la cabeza y casi porque sí.

Los jugadores que entrena Manuel Preciado tendrán hoy otra nueva jornada de descanso tras la de ayer y antes de reanudar los entrenamientos mañana, a las 10.30 horas, para preparar el crucial (de aquí al final lo serán todos) partido de Santa Cruz de Tenerife. El técnico cántabro deberá contar con la baja de Míchel, que tras una entrada por atrás fue expulsado por Mateu Lahoz a la media hora de la primera parte. Su hueco podría ocuparlo Iván Hernández, que dejaría libre su puesto en el medio de la defensa para que Gerard regresara al once inicial. Otra opción sería la de formar el doble pivote con Matabuena y Pablo de Lucas.

Por lo demás, la semana se presenta, en principio, sin grandes cambios en Mareo. Las sobrecargas de Matabuena, en el sóleo izquierdo, y de Kike Mateo, en uno de los isquiotibiales, no parecen comprometer su presencia en el césped del Heliodoro Rodríguez López. El partido, para el que aún no hay decididos ni día ni hora, pondrá a prueba la resistencia del conjunto gijonés como visitante en una fase de la competición donde la presión empieza a ser más rival que el equipo contrario.

Otro de los aspectos más destacados tras el encuentro de este sábado fue la actitud que mantuvo el equipo durante los noventa minutos y a la que hizo referencia el propio Manuel Preciado nada más finalizar el choque. El entrenador rojiblanco reconoció que el rival había sido superior a su equipo durante buena parte del tiempo, pero explicó la victoria de los suyos por el coraje y la garra que demostraron, incluso cuando el partido se puso cuesta arriba con el 0 a 1. Una actitud de la que también se enorgullecieron los mismos protagonistas tras abandonar el vestuario. «Es una victoria muy importante por cómo se ha producido y, por eso, nos refuerza la confianza de cara a lo que queda de Liga», aseguró Matabuena.

Según manifestó el propio técnico del Sporting durante la semana previa al partido frente al Granada 74, el factor psicológico jugará un papel fundamental de aquí a que finalice la temporada. Preciado, que había calificado el duelo frente a los de Motril como «el más importante del año», aseguró además que «mientras que nosotros ganemos, no pienso fijarme en lo que hacen los demás».

Estas declaraciones vienen motivadas por la igualdad con la que Málaga, Sporting y Real Sociedad afrontan la recta final de la Liga en busca del ascenso a Primera División. Una igualdad de la que escapa el Numancia, que con su victoria de ayer frente al Tenerife se sitúa con 71 puntos y roza jugar el año que viene en la máxima categoría. Sin embargo, los otros tres aspirantes mantienen unas diferencias cortas, si se tiene en cuenta que aún restan dieciocho puntos en litigio.

Así, tras las victorias de Málaga, Sporting y Real de esta jornada, los gijoneses suman 61 puntos y continúan a tres del conjunto andaluz, que ya ha alcanzado los 64. También mantienen la misma diferencia con la Real, que ha logrado 59 puntos. Por delante, queda mes y medio para dilucidar cuáles de estos históricos clubes retornan a Primera.