Gijón, V. R.

La situación de Marcos Landeira en el Sporting ha dado un giro en los últimos días. El futbolista decidió aceptar la propuesta de la secretaría técnica para jugar en el filial a cambio de ampliar su contrato con la entidad, que concluía el 30 de junio. Marcos Landeira, que ya se define como «jugador del Sporting B», ha pasado de no haber disputado ni un minuto en todo el verano a ser titular en Luanco y a entrar en la convocatoria para Inglaterra. Es decir, de rebote, su situación en el primer equipo también parece haber mejorado.

«Estoy contento de volver a participar con el equipo», confesaba ayer con una sonrisa recuperada después de una temporada difícil. Marcos Landeira ha sido siempre una apuesta personal del secretario técnico rojiblanco, Emilio de Dios, que siempre ha creído en las posibilidades de este futbolista. Tras un año complicado, la temporada pasada fue cedido junto con Noel Alonso al Melilla.

«El club me presentó esa opción desde el principio y, como no se ha planteado nada interesante de una categoría superior, consideré que es una opción bastante válida y he decidido aceptarla», explicó el centrocampista rojiblanco. Además de ampliar su contrato con el Sporting, hay otro aspecto que ha sido decisivo para que Marcos Landeira decidiera dar un paso atrás para coger impulso: «Está claro que estando aquí tienes posibilidades de participar en el primer equipo y es para lo que voy a trabajar, aunque es el entrenador quien tiene que valorar esas cosas».

El gijonés evitó valorar que pasaría si ahora le llegase una oferta de Segunda División. «Ahora soy jugador del Sporting B y si llegase una oferta habría que valorarla, pero es algo que no ha pasado hasta ahora», atajó.

En lo puramente futbolístico, Marcos acusó en Luanco la falta de partidos. No obstante, el centrocampista dejó buena muestra de su llegada al área rival. Hasta el punto de que las dos primeras ocasiones del Sporting llevaron su firma. Primero al rematar un centro de Maldonado presionado por José Ángel y, más tarde, al cabecear alto un centro de Canella desde la izquierda. «Me encontré muy bien físicamente y el equipo logró una victoria más que resulta anecdótica pero que siempre es más bonito que perder», concluyó.