Gijón, V. R.

La Escuela de Fútbol de Mareo recibió ayer una visita muy especial. Ricardo Néstor Rezza Pérez (Berisso-Buenos Aires, Argentina, 4-7-48) volvió ayer a la que fue su casa y se reencontró a Quini. Los dos amigos se fundieron en un abrazo que vino a poner fin al calendario de actos por el sexagésimo aniversario del Brujo. «Estoy contento de estar aquí y de encontrarme con amigos, especialmente con Enrique -por Quini-. Seguí muy de cerca todo el problema que tuvo y siento una alegría enorme de verlo tan bien», explica.

Rezza, que fue jugador del Sporting entre 1978 y 1980, entrenador del Sporting Atlético en la temporada 1983-84 y entrenador del primer equipo al final de la 1994-95 y al inicio de la 1995-96, confesó que Quini «es uno de los compañeros que tuve en el fútbol a los que más quiero». El argentino no tuvo reparos en aclarar de dónde le viene esta deuda moral: «Fue el que me cuidó en una etapa muy difícil para mí, cuando me operé de la rodilla en Barcelona. Mi familia no estaba, y él pasó toda la noche junto a mí. Son acciones de las que uno no puede olvidarse nunca».

El que fuera central del Sporting tuvo un momento para el recuerdo de «aquel equipo en el que jugué y que marcó historia al lograr un subcampeonato de Liga, la mejor clasificación en la historia del Sporting». Rezza destacó que «debo ser de la pocas personas que fue futbolista, entrenador del filial y del primer equipo».

El argentino vio en directo el partido ante el Zaragoza y valoró que «me gustó el Sporting». Rezza deja abierta la puerta a volver a España, aunque «tengo cinco nietos».