Oviedo, Marcos PALICIO

El periodista deportivo Emilio López Tamargo falleció ayer en Oviedo. De repente, a los 71 años y dejando tras de sí la estela de un pionero de la televisión en Asturias y el sello de 48 años de ejercicio profesional que pueden servir para resumir la evolución del último medio siglo de la comunicación en el Principado. López Tamargo, que el martes todavía paseaba por Oviedo y ayer por la mañana aún negociaba su participación en el programa «Noche tras noche», de la RPA, sufrió un repentino infarto en su domicilio. El funeral se oficiará hoy a partir de la una y cuarto de la tarde en la iglesia de San Juan El Real.

Nacido en Oviedo el 4 de febrero de 1938, casado y padre de siete hijos y abuelo de cinco nietos, se jubiló en febrero de 2003 rememorando las veces que fue el primero en hacer cosas que luego se hicieron habituales en la televisión: la primera retransmisión radiofónica del Descenso del Sella, la primera Vuelta Ciclista a España en color, el primer Tour de Francia en directo... Se despidió además sin enturbiar el recuerdo de «un compañero entrañable de muchos años», afirmaba ayer el también periodista Fernando Losada, que compartió con él mesa, aventuras y dos Juegos Olímpicos -Seúl y Barcelona- durante treinta años «codo con codo» en Televisión Española en Asturias. Pero cuando llegó al Centro Territorial en 1974 para trabajar en el recién nacido «Panorama regional», hacía ya dieciocho años que Emilio López Tamargo había cumplido los dieciocho y había iniciado en Radio Oviedo, mientras estudiaba Derecho, su larga relación con los medios de comunicación. Ya en TVE, y desde Asturias «porque nunca se quiso ir a Madrid», puntualiza Losada, su voz y su imagen se asociaron pronto a lo más selecto del deporte televisado, especialmente al ciclismo, pero también al fútbol, al piragüismo o al boxeo. Pasaba «seis meses al año fuera de casa, porque enlazaba una vuelta ciclista con otra», decía él mismo en 2003, pero aún así «me dio tiempo a tener siete hijos», bromeaba. Y a vivir esa vida que, según confesión propia que ahora rememora Fernando Losada, «sólo merecía la pena vivir de una manera».

Esa vida, consagrada en gran parte al deporte y al ciclismo, terminó ayer, precisamente el mismo día en el que José Manuel Fuente, «El Tarangu», habría cumplido 64 años, según señalaba ayer José Ramón Rodríguez, actual presidente de la Asociación de la Prensa Deportiva del Principado que fundó y presidió Tamargo. Pero no sólo había deporte en aquella época en la que «lo mismo leíamos una esquela que presentábamos el Telediario». De hecho, al poco tiempo de jubilarse, el propio Tamargo recordaba como uno de sus mayores momentos de aprieto la narración para la radio de la primera visita de los Reyes a Asturias. Su avión llegaba con retraso y el periodista, que tuvo que «rellenar» veinte minutos larguísimos, terminó liándose para anunciar que «llegan desde Madrid los Reyes Magos, don Juan Carlos y doña Sofía». Enviado especial de TVE a muy diversos actos institucionales y deportivos y colaborador de varios medios escritos y audiovisuales, es además autor del libro «Desventuras radiotelevisivas».

Era, confirma otro de sus ex compañeros, el periodista radiofónico Maxi Alberto Rodríguez, «un todoterreno» y un «profesional intachable» a quien la neutralidad en la rivalidad asturiana del fútbol, pese a su confeso oviedismo, le condenaba a ser «acusado» de sportinguista en el Carlos Tartiere y de oviedista en El Molinón.

Luis José Ávila, otro de los que compartieron profesión y conocieron de cerca a López Tamargo, no se quitaba ayer la sorpresa después de haber pasado la tarde del martes en su compañía. «Nos encontramos en Oviedo», narraba, «y le encontré muy bien. Todavía le dije entonces que en la tele se le echaba de menos, que los comentarios de las vueltas ciclistas habían empeorado mucho desde que no estaban él y otro periodista asturiano, también fallecido, como Pedro González».